Un Juez de Control de Garantías envió a la cárcel a los diez policías involucrados, presuntamente, en el asesinato de Jesús David Díaz, Carlos Alberto Ibáñez y José Carlos Arévalo en el corregimiento de Chochó, Sucre, el 25 de julio de este año.
Por estos hechos, los diez uniformados habían sido imputados el pasado 24 de agosto por los delitos de homicidio, destrucción de elementos materiales probatorios, privación ilegal de la libertad y tortura, según su nivel de responsabilidad.
Los uniformados enviados a la cárcel son: María Camila Buriticá, Santiago Garavito, Rafael Paz, Álvaro Antonio Álvarez, Jesús María Bolaño, Yamid Alfonso Henao, Huber Mieles Arroyo, Leila Ávila, Bernardo Pontón y Diana Puerta.

¿QUE PASÓ ESE DÍA
De acuerdo con el relato de la Fiscalía durante la audiencia de imputación, Jesús David Díaz, Carlos Alberto Ibáñez y José Carlos Arévalo, siendo las 5:15 de la tarde del 25 de julio de 2022, se encontraban junto con otros jóvenes viendo y practicando acrobacias en motocicletas en la vía las Palmas- Sincelejo.
“En dicho lugar fue lesionado en su rodilla Jesús David Díaz, por lo que José Carlos Arévalo se dirigió en moto por la vía de las Palmas a la casa de este en Chochó. Allí se montó la hermana de Jesús David con destino a un hospital en Sincelejo”, relató la Fiscalía en medio de la audiencia de imputación.
En el camino al hospital, de acuerdo con el relato de la Fiscalía, se encontraron con cuatro funcionarios de la Policía (los patrulleros Huber Guillermo Mieles, Diana Marcela Puerta, Bernardo Pontón Mercado y Leila Carolina Ávila), quienes los detuvieron. Esto en el marco del plan candado decretado horas antes por las autoridades por el asesinato del patrullero Diego Felipe Ruiz en una panadería a manos del ‘Clan del Golfo’.
“Seguido a ello llega en otra motocicleta Carlos Alberto Ibáñez. Este al ver que los que estaban detenidos eran sus amigos se lo hizo saber a los cuatro patrulleros por lo que también fue retenido”, dijo el ente acusador durante la diligencia.
Posteriormente, de acuerdo con la Fiscalía, Jesús David Díaz, Carlos Alberto Ibáñez y José Carlos Arévalo presuntamente fueron obligados a tenderse al piso, en donde fueron golpeados por los patrulleros. Además, pidieron más apoyo de otros uniformados, quienes también los golpearon con elementos contundentes. “Esto con el ánimo de castigarlos sin fundamento alguno por la muerte del patrullero Diego Felipe Ruiz”, dijo la Fiscalía.
A este lugar arribaron, según la Fiscalía, la subteniente María Camila Buriticá en compañía de los patrulleros Jesús María Bolaño, Rafael Paz Barbosa y Santiago Garavito Díaz. Al igual que en otra camioneta el teniente Benjamín Núñez, hoy prófugo de la justicia al parecer en México, en compañía de los patrulleros Yamid Alfonso Henao y Álvaro Antonio Álvarez.
EL ASESINATO
Siendo las 5:59 de la tarde, según la Fiscalía, los tres jóvenes fueron subidos con vida en la camioneta conducida por el patrullero Jesús María Bolaño. Como copiloto iba la subteniente María Camila Buriticá y en el platón los patrulleros Rafael Paz Barbosa y Santiago Garavito Díaz. En esta camioneta se encontraba también el teniente Benjamín Núñez y otro funcionario de la Policía que no fue identificado por la Fiscalía.

Esta camioneta inició su desplazamiento por la vía troncal con dirección a Corozal, Sucre y se desvió por las vías las Palmas y en un trayecto poco habitado y distante fueron asesinados.
“En un estado evidente de indefensión rodeado por cuatro funcionarios, los tres jóvenes fueron golpeados en distintas partes del cuerpo, uno de ellos amarrado y otro con una lesión antigua, lo que les impedía poder defenderse. Esta situación fue aprovechada por el coronel Benjamín Núñez, quien, haciendo uso de su arma de dotación, le disparó tres veces a corta distancia a Carlos Ibáñez (brazo, abdomen y tórax); a José Carlos Arévalo en el tórax y le propinó un tiro a Jesús David Díaz”, dijo la Fiscalía.
La Fiscalía concluyó que esta camioneta llegó a la Clínica María Reina ya con los jóvenes muertos y que este hecho se cometió, presuntamente, como acto de venganza por el señalamiento que les impusieron por la muerte del patrullero Diego Felipe Ruiz.
OCULTAMIENTO
Incluso, la Fiscalía indicó que para ocultar lo que pasó el patrullero Jesús María Bolaños, presuntamente, contrató un mecánico para ocultar los disparos de la camioneta. Por su parte, Huber Guillermo Mieles suscribió un oficio con información falsa sobre el procedimiento.
Redacción Colprensa
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