La tarde del 19 de febrero, Jeshua Kaslo, de 49 años, se encontraba en una expedición con sus amigos y familiares en el páramo Pan de Arroz, ubicado en una zona montañosa entre Guatavita y Gachetá. Sobre las 4 de la tarde, el artista y productor audiovisual, se fue a buscar un dron que se le había caído. Pero Jeshua nunca volvió. Esa noche no apareció a pesar de las intensas búsquedas.

Por una razón indescifrable del destino, Jeshua logró enviar un mensaje con su ubicación este domingo. El lunes el hombre fue encontrado luego de 17 días perdido y trasegando monte adentro. Una pregunta no deja de impactar a los que conocieron el relato del artista perdido, ¿cómo pudo sobrevivir? Esta es su increíble historia.

Jeshua Kaslo y su sobrevivencia en el páramo

Mientras Jeshua era trasladado a un hospital de Bogotá el día de ayer para una revisión exhaustiva, su prima Catherine Castelblanco le contó a Q’HUBO el sorprendente relato de supervivencia. “Jeshua es un hombre muy especial, muy distinto a todos, es un artista integral, con un gran físico. Desde que se perdió nunca perdimos la fe, por más que todo parecía difícil para él, con las condiciones climáticas y todo lo que atravesó. Para nosotros fue un verdadero milagro”, comenzó el relato ayer.

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El nombre original de Jeshua es Mauricio Castelblanco, tiene 49 años y cambió su nombre por “votos espirituales”, por lo que muchos medios pensaron que el hombre era extranjero. Sin embargo, esa inclinación espiritual le ayudó a sobrevivir todo ese tiempo en el rudo páramo.

“La noche en que se perdió Jeshua, salió una brigada enorme de bomberos, Alcaldía, rescatistas y hasta Ejército. Le gritábamos, le pitábamos con bocinas pero él nunca escuchó. Jeshua alcanzó a enviar una ubicación por WhatsApp antes de que se le acabara la batería, pero nos cuenta que se resguardó del frío y la lluvia en el bosque, se alejó, perdió el rumbo y no pudimos encontrarlo”.

Los días pasaban y nada se sabía de Jeshua. Las brigadas no paraban de buscar, salvo cuando la lluvia no dejaba avanzar. Mientras todo esto pasaba “Jeshua se aventuró mucho por los lados del río pero no daba con una desembocadura así que seguía de a poco. Lo que más le preocupaba era que le diera una hipotermia. El clima allá es agreste, cuando lo buscábamos después de las 7 de la noche, no podíamos del frío. Por eso nos dice que no durmió en los 17 días, en las noches él se ponía a realizar una serie de ejercicios para tomar calor y evitar que le diera una hipotermia”, añadió la prima del artista.

Cuenta la prima que Kaslo tenía nociones de supervivencia que le ayudaron: “él nos dice que comió vallas silvestres que encontró en el monte, además se comía las hojitas que veía y podía consumir, bebió del río y también de su propia orina para hidratarse. Estaba muy desorientado pero es un hombre muy fuerte”.

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