Darío Úsuga, alias ‘Otoniel’, ya pisó tierras americanas desde anoche y ahora permanece en un centro de reclusión en Brooklyn, su primera parada en Estados Unidos. Sin embargo, en las próximas horas será conducido a Colorado, donde finalmente pagará todos sus pecados.
En una celda pasará 23 horas del día solo y encerrado, y la única hora del día que va a tener para hacer ejercicio, será en medio de elevadas paredes que no le permitirán disfrutar las imponentes montañas del estado de Colorado.
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Lo que será su hogar durante muchos años, mide 2,1 por 3,6 metros de altura y tiene una pequeña ventana de 107 centímetros de alto y 10 centímetros de ancho, o sea, una ventanita.
Por si fuera poco, su celda es insonora, es decir que no se van a escuchar los gritos de los demás reclusos ni los suyos serán escuchados por los otros peligroso criminales. Así que ‘Otoniel’ podrá hablar con las paredes y confesarles sus pecados con tranquilidad.
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