Rosalba Sierra es un claro ejemplo de que querer es poder, pues con 82 años se graduó del Centro Día de Usaquén de un programa de formación en el uso de redes sociales, un tema que ha tomado bastante popularidad en los últimos años, sobre todo entre los jóvenes.
“En el celular ahora miro a ver qué pasa, quién cumple años y, como en el curso aprendí a mandar mensajes, les envío uno diciéndoles: ¡feliz cumpleaños! Eso aprendí allá”.
afirmó la abuelita.
Rosalba fue la persona de más edad que recién se graduó de un programa de formación en el uso de redes sociales en el que participaron 80 adultos mayores y se volvió un ejemplo de superación.
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Esa permanente curiosidad, que dice la mantiene viva y sana, fue la que la llevó hace un par de meses atrás a inscribirse en el curso para conocer de cerca la tecnología.
“Me gustó sacar fotos, guardarlas; WhatsApp nos enseñaron, pero toca practicarlo para poder aprender, para que se acuerde uno de las cosas, porque a veces la memoria no le ayuda a uno’’.
Dijo la mujer.
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