Este viernes se conoció por parte de Corpifamco que, presuntamente, previo al incendio al interior de la cárcel de Tuluá, se habría presentado una fuerte riña al interior del pabellón 8 a eso de las 7:30 de la noche y no en la madrugada, como denunció el Inpec.
Todo parece indicar que durante esa riña, al menos 30 detenidos fallecieron y según DD.HH, hay irregularidades en los testimonios que dieron los guardias del Inpec que estaban presentes la madrugada en la que ocurrió la tragedia.
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“Se sabe que alrededor de las 10:30, 11 de la noche, ya había más de 30 muertos por arma cortopunzante y eso Medicina Legal lo tendrá que corroborar en las autopsias porque se sabe que muchos internos murieron antes, inclusive del mismo incendio. Se hizo un llamado de muchas maneras de los internos al personal de custodia para que activaran las alarmas”, señaló Iván Darío Gutiérrez, director de la Fundación Corpifamco, informó Noticias Caracol.
Entre las inconsistencias en las versiones dadas por el Inpec se encuentra la hora, pues según los testigos de este hecho, la riña y el amotinamiento empezó a eso de las 7:45 de la noche y no a las 2 de la madrugada, como dijeron.
Por otro lado, dicen que no había suficiente personal del Inpec para controlar esta emergencia ni a los reclusos, como tampoco contaban con los recursos y las capacidades para evacuar rápidamente el pabellón que ardió en llamas.
Hasta el momento, el Inpec no se ha pronunciado al respecto y se espera que la investigación avance por parte de la Fiscalía para no solo determinar las verdaderas causas del incendio, sino también esclarecer las versiones dadas por los reclusos y los guardas del Inpec.
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