La muerte sigilosa visitó una humilde vivienda del barrio Piamonte en la localidad de Bosa la madrugada de este jueves.
De manera silenciosa e inesperada murió en su casa un hombre de unos 30 años edad. Lo más raro fueron las circunstancias de su muerte y las extrañas señales que los investigadores hallaron en el sitio.
Todo comenzó en horas de la mañana cuando otro joven, al parecer pareja sentimental del fallecido, llegó al CAI de Laureles buscando ayuda urgente para su pareja. Los uniformados tomaron nota de lo sucedido.
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El hombre decía que el muchacho agonizaba por un golpe que sufrió la noche anterior y que necesitaba una ambulancia al acto. Los uniformados fueron hasta la vivienda señalada, ubicada a tres cuadras del CAI.
Cruzaron la puerta de la Calle 73A Sur con Carrera 80J. Al subir a la habitación en cuestión encontraron al muchacho, identificado como José Luis Berrueta, ya sin signos vitales. Llamaron a la Policía Judicial para realizar las labores de inspección al cadáver.
De la nariz de este muchacho sobresalía un líquido marrón. Fueron unidades de la Sijín las que se encargaron de revisar toda la habitación.
Por ningún lado encontraron los documentos del muchacho y, extrañamente, tampoco habían joyas o elementos de valor alguno.
Todo hace parte de este misterio que sigue siendo investigado en las instalaciones de Medicina Legal. La comunidad presenció el levantamiento de este cuerpo con sorpresa: “lo que uno viene a ver. Yo estaba haciendo empanadas cuando llegó toda esa mano de policía.
Al final supimos que era el ‘venequito’ de la vuelta pero nada se sabe de su muerte”, cerró ayer una señora impresionada.
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