Isabel Alejandra María, nombrada como la reina Isabel II de Inglaterra, nació el 21 de abril de 1926 en Londres en el hogar de los duques de York, Jorge VI e Isabel, quienes se convirtieron en reyes en 1936.
Isabel era la tercera en la línea para quedarse con la corona, debido a que primero estaba su tío Eduardo de Gales y su padre. Sin embargo, cuando murió su abuelo en 1936, su tío pasó a ser el rey, pero debido a un escándalo que hubo porque quería casarse con la celebridad Wallis Simpson, Eduardo abdicó y de inmediato su sucesor fue Jorge VI.
La reina se casó en 1947 con el príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, cuando apenas tenía 21 años. De esta unión nacieron sus cuatro hijos: Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, lo que quiere decir que Carlos será el heredero del trono. Este matrimonio es el más duradero en la historia de la familia real, ya que la pareja estuvo junta durante más de 74 años.
El rey Jorge VI duró 16 años en el trono y murió, por lo que Isabel Alejandra se convirtió en la reina Isabel II a sus 26 años. Su coronación en 1953 fue la primera en ser televisada y celebrada.
A partir de ese momento, dedicó su vida de manera incansable a sus obligaciones y visitas oficiales, esencialmente ceremoniales, de jefa de Estado, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, cabeza de la Mancomunidad Británica y jefa de la Iglesia de Inglaterra.
A lo largo de su reinado, Isabel II se esforzó por mantener el prestigio de la monarquía.
Cuando en 1997 murió trágicamente la princesa Diana, divorciada desde hacía unos años del príncipe Carlos, los británicos, conmocionados, criticaron su frialdad. Ese episodio fue una dura prueba para la institución, que vivió sus horas más bajas.
Pero los Windsor aprendieron de sus errores y recobraron poco a poco la credibilidad, demostrando su capacidad para la renovación dentro de la continuidad con la suntuosa boda del príncipe Guillermo, primogénito de Carlos y Diana, con la joven plebeya Catalina y posteriormente la de su hermano Enrique con la actriz estadounidense Meghan Markle.
Cuando Isabel celebró su Jubileo de Diamante en 2012, su popularidad volvía a ser alta. La apoteosis llegó cuando se prestó a interpretarse a sí misma junto al actor Daniel Craig como James Bond en un cortometraje rodado para la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres.
Durante su Jubileo de Platino, en junio, volvió a mostrar su sentido del humor con un vídeo en que apareció tomando el té con el célebre osito de animación Paddington y golpeando con sus cucharillas de plata las tazas de porcelana al ritmo de “We Will Rock You” de Queen.
La reina vio más de una docena de primeros ministros del Reino Unido, participó en casi 20 juegos olímpicos de verano y fue testigo del paso de más de media docena de Papas.
Redacción Q’HUBO Bogotá y AFP
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