A menos de cumplirse 48 horas de su extradición, Dairo Antonio Úsuga David, ‘Otoniel’, ya está viendo el duro futuro que le espera en los Estados Unidos, país en donde será juzgado con todo el rigor por haber inundado sus calles de droga.
Este bandido, que fue extraditado en medio de varias polémicas y denuncias de posibles planes del Clan del Golfo para lograr su fuga, ahora se enfrenta a una pena desde los 30 años de cárcel hasta la cadena perpetua, la cual pagará en la cárcel de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado (EE. UU.). Una prisión considerada la muerte en vida, pille por qué:
‘Alcatraz de las Rocosas’:
En el desierto de Colorado, en Estados Unidos, se alza el peor infierno para los criminales del mundo: se trata de la cárcel ADX Florence, una zona de 15 hectáreas, rodeada por una malla de 3,6 metros de altura y con un alambre de púas. Dentro del terreno se levantan 12 torres de vigilancia con francotiradores.
Todas las construcciones de la llamada ‘Alcatraz de las Rocosas’ están hechas de hormigón, lo cual hace que sea realmente imposible romperlas. Todas las puertas (más de 1.400) son de acero y se abren a control remoto. La seguridad del perímetro la complementan perros entrenados y rayos láser.
Las 490 celdas de ADX Florence están hechas para crear una tortura silenciosa de la soledad. El grosor de paredes, puertas y ventanas impide que salga o entre cualquier sonido, lo cual evita que haya alguna interacción entre los presos, incluso la comunicación con guardias es por altavoces.
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Cada preso tiene un espacio de 2,1 metros x 3,6 metros en el cual hay una ducha automática, cisterna y un mueble con silla en hormigón, al igual que la base de la cama en donde hay un colchón y una sábana. Además, una pequeña ventana de 10 centímetros de ancho y 107 centímetros de alto, por donde se cuela una luz natural de color gris.
Los presos tienen acceso, de vez en cuando, a un televisor a blanco y negro donde transmiten programas religiosos o educativos, y deben permanecer en su celda 23 horas al día. Por si fuera poco, son llevados a caminar por una hora a una celda de 9 metros que solo tiene ventanas en el techo; en este lugar son escoltados al menos por dos agentes y deben caminar encadenados.
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