El Alzheimer es una de las enfermedades más terribles que sufren las personas a nivel cerebral, una degeneración en las funcionalidades que normalmente aparece con la edad.

Sin embargo, la comunidad científica está preocupada porque este padecimiento se está dando más seguido en personas jóvenes, por lo que un grupo de científicos, liderados por el neurólogo Martin Pall, realizaron un análisis sobre los dispositivos electrónicos que están en nuestro entorno. Ellos aseguran que sus ondas eléctricas hacen más daño del imaginado.

Aparatos que alteran el cerebro

Para analizar las posibles consecuencias de los campos electromagnéticos, los científicos tomaron a un grupo de ratones y los expusieron a las señales que generan los dispositivos inteligentes de comunicación inalámbrica, es decir, celulares, dispositivos de WiFi y portátiles, entre otros. 

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Al analizar las neuronas, se encontró que el funcionamiento de estos aparatos afecta los sensores de voltaje y aumentaba la concentración de calcio en los conductos neuronales.

‘Veneno’ electromagnético

De acuerdo con el estudio, si bien la presencia de calcio en las neuronas es normal y ayudan al funcionamiento y la comunicación eléctrica del cerebro, las altas concentraciones de este elemento se convierte en un ‘veneno’, el cual genera un fenómeno llamado estrés oxidativo e inflamación (muerte de las células).

Este proceso, además, llevaría a que se produzca la proteína beta amiloide, la cual está presente en el 100% de los casos de Alzheimer, lo que de acuerdo al estudio genera un círculo vicioso en el deterioro cerebral.

Demencia digital 

Algo que además advierte el equipo del doctor Martin Pall es que estas ondas estarían llevando a que personas que rondan los 30 años empiecen a mostrar signos de Alzheimer y de una nueva enfermedad llamada demencia digital. La neurosicóloga Diana Guerrero explica que este mal consiste en pequeños episodios de pérdida de la memoria sobre datos sencillos de recordar, como el nombre de un actor o algo que sucedió hace algunas semanas.

Las personas tienden a buscar datos en su celular en lugar de hacer ejercicios de memoria”, asegura ella.

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