Un verdadero milagro se produjo en las últimas horas, y fue dado a conocer por la presidencia de Malí, en África subsahariana. Desde aquel lejano país se confirmó la liberación de la monja colombiana Gloria Cecilia Narváez.
La religiosa había sido secuestrada en 2017 por el grupo yihadista Frente al Nusra para el Islam, un ala extremista de Al Qaeda. En Colombia hay júbilo por el respeto a su vida y el regreso a la libertad, poniendo fin al infierno del secuestro, y más en tierras El terror yihadista Secuestro en el desierto lejanas.
Secuestro en el desierto
Hace 20 años la monja franciscana Gloria Cecilia Narváez abandonó Colombia para aterrizar en África y dedicarse a una misión humanitaria. Vivía en una pequeña casa junto a sus compañeras, la comunidad de María Inmaculada, en Karangasso, una aldea a 300 kilómetros de Bamako, la capital de Malí.
El 7 de febrero de 2017 la religiosa nacida en Pasto (Nariño) y tres compañeras, también colombianas, luego de haber cumplido con la rutina de atender las necesidades de salud de los lugareños, se encontraban viendo televisión mientras caía la tarde. En ese momento el ladrar de los perros advirtió que algo no estaba bien.
Un grupo de yihadistas armados con machetes y otras armas llegaron a la construcción de cemento, entraron y se llevaron computadores y dinero. En ese momento Gloria intercedió para explicar que eran colombianas, así que los terroristas dijeron que se llevarían a una.
Ellos querían llevarse a la hermana más joven: Clara Vera, pero Gloria Cecilia se opuso y los convenció de que fuera ella quien sufriera ese terrible destino, fue así como en un acto más de sacrificio partió en la ambulancia en la que ellas trabajaban, con rumbo desconocido.
Poco se había sabido de ella, de hecho, su última prueba de supervivencia había sido un video que llegó el año pasadoamanos de los medios, en el que dedicaba 40 segundos a agradecer la intercesión del Papa Francisco y de otros grupos católicos por su libertad.
El terror yihadista
Al menos 4.000 hombres utilizan el desierto del Sahara, al norte de Malí, como su escondite. Son del Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes, una facción terrorista de Al Qaeda que se extiende por 16 países. Sus prácticas son terribles: violan, matan y secuestran.
Por la fuerza de la guerra y el hambre, los jóvenes se enlistan para hacer parte de este terrible grupo, que no teme en hacer caminar en el ardiente desierto a cualquier persona. Tal fue el caso de Sophie Petronin, una mujer de 75 años quien era la única secuestrada francesa en el mundo. Petronin conoció en cautiverio a Gloria, quien junto a un australiano, un rumano y una suiza cuidaron de ella y un cáncer de seno que padece.
Alegría en el país
La comunidad católica del país y el mundo ha reaccionado en masa desde la tarde de este sábado tras el fin de este terrible secuestro que duró cuatro años y ocho meses.
Monseñor Mario de Jesús Álvarez, presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia, indicó que “agradecemos inmensamente las gestiones de la Santa Sede, de la Nunciatura Apostólica y la Conferencia Episcopal”.
Édgar Narváez, hermano de la religiosa, también expresó su alegría desde Pasto, en donde fue informado por el Gaula de la Policía. “Muchas gracias por sus oraciones, tengo una alegría inmensa celebrando la liberación de mi hermana”, dijo el familiar.
Ahora se espera que la monja Narváez se encuentre en próximas horas con el Francisco en el Vaticano, y posteriormente se encuentre con su familia.
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