En el trayecto hacia el hospital, la ropa que vestían Juan Sebastián Aguilar desapareció.
Con el paso de los días, se han revelado nuevos detalles sobre el asesinato de Juan Sebastián Aguilar, conocido como ‘Pedro Pechuga’, ocurrido al interior de un exclusivo conjunto residencial en Usaquén, Bogotá. La investigación sobre el crimen del esmeraldero, quien fue abatido por un francotirador, ha tomado giros inesperados, generando aún más preguntas que respuestas.
Según reveló Semana, la ropa que Aguilar llevaba el día del ataque desapareció misteriosamente. Las prendas, que podrían ser claves para esclarecer el crimen, se perdieron en el trayecto entre el conjunto residencial Bosques del Márquez, donde vivía Aguilar, y el hospital al que fue trasladado de emergencia tras el ataque.
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Los forenses encargados del caso consideran que la ropa podría contener información crucial para entender las circunstancias del ataque. Aunque se ha determinado que el francotirador estuvo oculto durante varios días en el lugar desde donde disparó, el caso se ha visto obstaculizado por la falta de cooperación de testigos y hasta de los propios familiares de la víctima, quienes, según el medio citado, se habrían negado a dar su testimonio.
Un hecho llamativo es que, en el momento del ataque, un sacerdote estaba oficiando una misa para bendecir la nueva residencia de Aguilar. La bala que acabó con la vida del esmeraldero pasó peligrosamente cerca del religioso.
En medio de estas revelaciones, han surgido nuevas hipótesis que apuntan a la posible implicación de alguien cercano a Aguilar en el crimen.
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