La conquista del espacio es sin duda uno de los objetivos de la humanidad; pero llevar humanos más allá de la Luna trae muchos retos, pues se deben alcanzar condiciones similares a las de la Terra.
Justamente uno de esos retos es la comida, pues un viaje de esa magnitud requiere que los astronautas cuenten con alimentos de alta calidad, que les aporten todos los nutrientes, un problema que, con mucha creatividad, ha resuelto Gustavo Hernández Sandoval, un ingeniero de alimentos que presentó alimentos como queso o zanahoria en polvo en el ‘Reto de comida del espacio profundo’, de la Nasa, que eligió, entre muchas, a esta solución.
Comida pulverizada y compactada
Al conocer la curiosa convocatoria de la Nasa, Gustavo Hernández y Alimentos Secos – Alsec, la empresa en la que trabaja como director de investigación e innovación, empezaron a cranear una propuesta que pudiera llamar la atención de la agencia gringa.
Fue así como esta compañía tomó alimentos como queso, zanahoria, acaí (palma del Chocó), yogur, galletas, auyama y tomate, y los pulverizaron; posteriormente tomaron la masa de cada uno de estos productos y rellenaron un cilindro, un método con el cual aseguran la conservación de la comida y un eficiente uso del espacio que estos productos normalmente ocupan.
Dicho cilindro posteriormente fue puesto en una impresora 3D, y fue así como lograron ofrecer un alimento natural y orgánico que conserva los nutrientes.
El genio detrás de esta maravilla
Ingeniero de alimentos de la Universidad de Córdoba, magíster en Ciencia y Tecnología de Alimentos de la Universidad Nacional (Antioquia) y candidato a doctor en Ingeniería, estos son los títulos que ostenta Gustavo Rafael Hernández Sandoval (foto), quien es oriundo de Arboletes (Cordoba) y tiene 39 años.
Ya desde 2014 venía trabajando en esta fórmula para lograr un mayor provecho de la uchuva, algo que llevó a que en 2016 él y la Unal consiguieran la patente internacional de su invento de comida en polvo.
Su esposa, Zulema Llorente, también es cordobesa, de Santa Cruz de Lorica, e ingeniera de alimentos; tienen dos hijos. Gustavo además es docente de la Unal en Medellin. ¡Un berraco!
En Bucaramanga también celebran
El ‘Reto de comida del espacio profundo’ de la Nasa no solo dejó como ganador a Gustavo y Alsec, pues este evento eligio varios proyectos tanto en Estados Unidos como a nivel internacional, y uno de estos fue el proyecto Ambar, de la Universidad Industrial de Santander, un equipo de profesionales y estudiantes que desarrollaron Agro-Migra, sistema de producción de alimentos que consiste en una especie de armario en donde se pueden cultivar plantas terrestres y acuáticas que son comestibles.
Este es de apenas algo más de dos metros de alto y tiene 11 partes en las que, además, se pueden movilizar y criar peces en el espacio.
Cada uno de los proyectos gringos seleccionados, 18 en total, recibirá la suma de $99.950.000, mientras que los ganadores internacionales (10) pasarán a una nueva fase de desarrollo de la mano de la Nasa.
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