Adrián Berrio López, un joven cartagenero que llevaba poco más de un año radicado en Funza (Cundinamarca), fue brutalmente asesinado al terminar su jornada laboral en horas de la noche del sábado.
El crimen de este padre de familia, de tan solo 23 años, ha llenado de consternación, impotencia y dolor a los vecinos y comerciantes del barrio Sol, ubicado en la carrera 15 con calle 15, debido a la forma tan despiadada en la que fue atacado por un hombre armado con un puñal, quien acabó con las esperanzas y los sueños del joven, que trabajaba como vigilante en un supermercado del municipio.
Reconstrucción de los hechos
Según relatan los testigos en la zona, en horas de la tarde, mientras Adrián estaba en su puesto de vigilancia dentro del almacén, fue confrontado por un individuo, quien sería el responsable de arrebatarle la vida horas después.
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“Lo que se cuenta por aquí es que alrededor de las 4:00 p. m., aproximadamente, ingresó al ARA un individuo visiblemente drogado, quien estaba causando disturbios. Cuando el joven, cumpliendo con su labor, le dijo al sujeto que no podía ingresar bajo ese estado a la tienda, a pesar de que el vigilante fue muy respetuoso con él, el individuo empezó a insultarlo. Una vez el muchacho problemático se retiró, todos pensaron que el problema había terminado”, comentó una fuente a Q’HUBO.
Adrián continuó con su jornada laboral sin imaginar que aquel individuo estaría esperando la primera oportunidad para atacarlo sin piedad.
“Se supo que alrededor de las 9:30 p. m., cuando el vigilante estaba cerrando la tienda, se le acercó un individuo que había estado merodeando la cuadra desde la tarde y atacó al guarda de seguridad. El agresor resultó ser el mismo individuo que habían sacado de la tienda previamente porque estaba drogado, y simplemente porque no lo dejó entrar al ARA fue que mató al joven”, agregó un residente de la zona.
La víctima fue atacada mientras cerraba la última reja de la tienda que custodiaba, en el mismo municipio donde vivía junto a su esposa y su pequeño hijo (de un año y medio). Adrián recibió una puñalada en el pecho y al intentar reaccionar al ataque, cayó al suelo.
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Inicialmente, fue trasladado a un hospital del mismo municipio, pero debido a varias complicaciones fue remitido a la Clínica La Samaritana, ubicada en la localidad de San Cristóbal, en la carrera 8 con calle 8 de Bogotá, donde falleció en la madrugada de ayer.
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