Con su victoria, Millonarios avanzó un paso más para clasificarse a los octavos de final de la Sudamericana.
¡Qué noche se vivió ayer en El Campín! Millonarios venció 3-1 a Peñarol de Uruguay, en un partido que estuvo marcado por un aguacero que inundó la cancha. El duelo se suspendió por más de una hora. Con este resultado el cuadro Azul sigue líder del grupo F, en la Copa Sudamericana.
Millos llegó al duelo frente a los ‘Carboneros’ con varias bajas importantes, como la del 10, Daniel Cataño, y los mediocampistas Larry Vásquez y Juan Carlos Pereira, todos por lesión. Pero con las variantes que utilizó, como el volante Stiven Vega y el extremo Luis Paredes, este equipo no dejó de jugar bien al fútbol.
El 15 veces campeón de Colombia fue dominante, tanto así que el marcador lo abrió temprano, a través de una estrategia que últimamente le viene funcionando: la pelota quieta. Al minuto 9, en un tiro de esquina, Jorge Arias marcó de cabeza e hizo estallar de alegría a los 30 mil hinchas que fueron al estadio.
Con la ventaja Millos no se relajó. Siguió buscando más veces el arco de Peñarol, hasta que en el minuto 23, por intentar detener un remate de Luis Paredes, el defensa Hernán Menose hizo un autogol. ¡Mala suerte para los uruguayos!
Hablando de Paredes, ¡qué partidazo jugó! Desde que fue llamado a reemplazar a Óscar Cortés el juvenil respondió siendo determinante con su velocidad y desborde. Y como el fútbol también recompensa a los calidosos que son entregados en la cancha, como él, en el minuto 28 le dio la posibilidad a este araucano de hacer su gol, tras aprovechar un rebote en el área. ¡3-0 arriba!
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¡Que aguacero!
La reacción de Peñarol llegó en el segundo tiempo. El equipo charrúa logró descontar de penal, en el minuto 49. Sin embargo, cuando el equipo visitante se sentía motivado por lograr una remontada cayó un aguacero que hizo detener el partido en el minuto 58.
Durante una hora y media el personal de logística del estadio tuvo que tratar de sacar el agua que inundó la cancha. Se pensaba que el partido no podía jugarse más. Pero a la 11:47 p.m. se reanudó.
En los últimos 30 minutos Peñarol luchó para reducir la diferencia con Millonarios, pero el cuadro colombiano supo defenderse y aguantar hasta el final.
Este triunfo es especial para Millos, primero porque le permitió acercarse al objetivo de clasificar a los octavos de final de la Sudamericana; segundo, porque es un premio al aguante de los jugadores y sobre todo de los hinchas, que mostraron su fidelidad incluso soportando la lluvia y la trasnochada.
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