Los chakras los tenemos todos los seres humanos.
No son físicos, son aspectos de la conciencia que solo teniendo la claridad de qué significa cada uno se pueden manejar.
Estos funcionan como bombas o válvulas que regulan el flujo de energía a través de nuestro sistema energético.
El funcionamiento de los chakras refleja las decisiones que tomamos al reaccionar ante las circunstancias de nuestra vida.
Abrimos y cerramos estas válvulas
cuando decidimos qué pensar y qué sentir.
Aprender a meditar y manejar cada uno de estos centros de energía en nuestro cuerpo, no solo le ayuda a conocerse más como ser humano sino que le permitirá llevar una vida más tranquila y con una paz interior que hará que cada acción en su vida se dé de la mejor manera posible.
En total, el ser humano tiene siete chakras ubicados estratégicamente en el cuerpo, los cuales le permitirán manejar una energía para cada aspecto de su vida.
Cuando están bloqueados es que llegan las enfermedades, los malestares y la infelicidad. Es por eso que siempre deben estar equilibrados o alineados.
Esto se logra mediante la respiración, la meditación y prácticas como el masaje shiatsu, el reiky o el yoga.
Acá le contamos más de cada uno de estos puntos energéticos que, cuando se empezaron a estudiar en Occidente, se le atribuyó a cada uno un color. Así, el primero es rojo, el segundo naranja, el tercero amarillo, el cuarto verde, el quinto azul, el sexto violeta y el séptimo magenta.
El Chakra Coronario
Está ubicado en la parte superior de la cabeza y no entra en funcionamiento a menos que el individuo haya hecho un trabajo de meditación. Simboliza la separación de la ilusión, un elemento fundamental para obtener la conciencia superior de cada ser humano. Se relaciona con la conciencia pura.
El Chakra Frontal
Está ubicado en la frente y representa la conciencia. También lo llaman “el tercer ojo”, su nombre significa mando y poder.
Cuando se activan todos sus rayos, el individuo desarrolla la templanza, despierta ideas de dignidad, grandeza, veneración y sentimientos delicados, lo que produce, además, la clarividencia positiva. Su desequilibrio produce insania (locura), pérdida de la memoria, olvido y miedo al futuro.
El Chakra Laringeo
Es el centro de purificación, asociado con la creatividad y la expresión personal.
Cuando está abierto, las experiencias negativas se transforman en aprendizaje y sabiduría. Se asocia con el habla y el oído, y también con la glándula tiroides y el sistema endocrino. Está centrado en el cuello, alrededor de la garganta.
El Chakra Cardiaco.
Al estar en el centro, este chakra equilibra los otros seis. Se le asocia con el aire y el tacto. Se encuentra ubicado en la octava vértebra, a la altura del corazón.
Es el responsable de toda compasión y amor sin egoísmo.
Cuando está activado estimula la vitalidad y la actividad en el cerebro. De estar bloqueado, el chakra no permitiría el fluir normal de las emociones y la persona se alterará.
El Chakra Plexo Solar
Está ubicado en el ombligo, se le considera el centro del dinamismo, la energía, la voluntad y los logros.
Este chakra irradia energía vital hacia todo el cuerpo y se asocia también con el poder del fuego y con la digestión.
Da cordura, enciende iniciativas, desarrolla el grado de la prudencia y su mal uso produce la necesidad de consumir azúcar, celos y la imposibilidad de decir que no.
