El sexto sentido de una vecina del barrio Las Delicias del Carmen (Usaquén) la llevó a desenredar un macabro misterio: un joven a quien ella había visto a primeras horas del martes tendido en una zona verde, en los límites del barrio, resultó ser Carlos Enrique Yopasa Benitez, de 23 años, a quien le propinaron un disparo en su cabeza.
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A pesar de que el terrorífico hallazgo ocurrió esa tarde, algunos vecinos afirman que el joven duró toda la noche muerto sobre el pastizal, lugar donde este miércoles amaneció una vela derretida que sus allegados encendieron para honrar su memoria. Ahora las autoridades investigan las causas del asesinato, pues este enigma apenas comenzó tras el hallazgo del joven.
Baleado en la noche
Este particular barrio se encuentra en los límites de una montaña, subiendo por la Carrera 7. Justo en las casas que se elevan por la calle 127 A Bis A con carrera 3 B hay un mirador donde se puede observar la imponente ciudad, pero desde allí una vecina también vislumbró el terrible suceso.
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La vecina que vive al frente dice que salió a colgar la ropa temprano y se percató que el joven estaba bocabajo en el pasto, no se movía. Ella no le vio nada raro, y como en ese punto a veces los muchachos se toman sus traguitos, pensó que de pronto le había cogido el sueño y siguió haciendo sus cosas. Más tarde, a eso de la 1 p. m., volvió a salir y ya le extrañó mucho que seguía en la misma posición, así que la señora se afanó y bajó por aquí diciendo que alguien revisara al muchacho, que de pronto estaba maluco”, narró a Q’HUBO una vecina de la cuadra.
Cuando varios moradores de la zona se acercaron al muchacho, lo voltearon y lo que vieron los desconcertó: de su sien derecha un hilillo de sangre bajaba por sus blancas mejillas; esta emanaba del agujero que dejó el proyectil que impactó su cabeza. Una vecina lo reconoció y lloró: “¡Ay no, es Carlitos!”.
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No había duda de que el joven había sido asesinado, pero aún quedan muchas preguntas sobre este homicidio. “Los vecinos de otras cuadras dijeron haber escuchado varios tiros sobre las 11 de la noche (del lunes), pero ninguno salió por temor; además, a esa hora es muy oscuro”, agregó la vecina observando la zona verde donde fue hallado el cadáver.
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Sobre el muchacho dicen que vivía con su familia, a pocas cuadras de donde fue encontrado, y según otros vecinos, “él andaba para arriba y para abajo en un carro particular; al parecer trabajaba transportando gente. Aunque lo distinguíamos, realmente no sabemos por qué harían eso, es muy triste porque era muy jovencito”, señaló otra vecina recordando al muchacho.
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Unidades del CTI realizaron la inspección técnica de su cuerpo ante la mirada confundida de los residentes. Una investigación fue abierta con el fin de esclarecer la identidad y los móviles de este homicidio. Las cámaras del sector son limitadas, pero se espera que lleguen a resolver el misterio de la muerte de Carlos, mientras que su familia, lo único que quiere, es que él “descanse en paz”.
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