Con el fin de salir adelante y de paso generar oportunidades de empleo para otras personas, José Luis Villamil y Andrea Castro, una pareja de jóvenes esposos, crearon hace 11 años la empresa ‘¡Kott Risk!’, una compañía que vende ropa al por mayor en más de 28 municipios del país, y de la cual hoy dependen 40 familias de los trabajadores que hacen posible este sueño.
Más allá del negocio, Luis y Andrea adelantan diferentes acciones sociales que desarrollan a punta de máquina de coser, bordados y mucho corazón y solidaridad.
Por ejemplo, de la mano de la campaña ‘Segundas Oportunidades’, asociados con Johanna Bahamón, este par de jóvenes empresarios dan oportunidades de trabajo a personas sin importar sus antecedentes judiciales.
Le contamos la historia de cómo estos esposos hicieron realidad este sueño, que comenzó cuando apenas tenían 50 mil pesos en el bolsillo y hoy consolidan con su próspera marca de ropa femenina.
Un inicio muy luchado y optimista
“Nosotros comenzamos con la idea de innovar, no sabíamos confeccionar, pero eso no fue problema, ya que somos recursivos. Empezamos en la casa de mi esposo, (en ese entonces éramos solo novios) cortando y confeccionando en la sala, ese era nuestro taller en ese momento, los dos nos apoyábamos en corte y confección”, cuenta Andrea. Por su parte José Luis dice que “es lindo recordar que, en los bolsillos, con monedas y todo no alcanzábamos a tener 50.000 pesos y con eso compramos, dos metros de tela, tijeras, cartulina, tiza y hágale jejeje”.
Sus empleados, su segunda familia
Andrea estudiaba odontología y José Luis matemáticas; para buscar una ayuda económica decidieron echar a rodar este emprendimeinto y con el tiempo consolidaron su proyecto, que tiene su centro de operaciones en el Gran San, sector de San Victorino, pleno centro de Bogotá. “Somos dos jóvenes padres de dos bellas niñas que nos motivan a levantarnos felices todos los días. Una pareja de esposos que se aman y que de la mano han logrado conformar dos hogares, el que tenemos con nuestras hijas (Juanita y Antonella) y el que Dios nos ha brindados junto a nuestros empleados”, dice Andrea.
