Un fragmento de cinta de Criminalística ondeaba todavía sobre los restos de sangre del motociclista que asesinaron ayer en la madrugada en una cuadra oculta del sector de Subazar.
La moto del joven asesinado duró toda la noche en medio de la cuadra demarcando el sitio donde cayó malherido el muchacho. La lluvia arreció en la madrugada y las diligencias judiciales tuvieron que aplazarse hasta la mañana.
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Varios peritos forenses ayer estaban recorriendo la cuadra por donde llegó el joven motero en su intento por reconstruir la escena del crimen. La tarea estaba difícil: los hechos ocurrieron en horas de la madrugada en medio el desierto de la noche.
Tiroteo de madrugada…
Las huellas de la matanza fueron recorridas por los investigadores a lo largo de la Calle 146B con Carrera 92. Dos rastros de sangre quedaron expuestos en casa esquina y ni siquiera la lluvia de la alborada pudo borrar semejantes rastros. La moto del muchacho asesinado, cuya edad ronda entre los 20 y 25 años de edad, estaba tendida como si fuese un cuerpo más. Otro detalle es que el crimen ocurrió a dos minutos a pie de la estación de Policía de Suba.
“Nos dicen que todo fue sobre la 1:30 de la madrugada. Apenas llegamos para abrir el negocio nos encontramos con el frente lleno de sangre, una cosa de horror. Lo único que nos dijo la policía fue que limpiáramos el reguero y ayudáramos con las cámaras de seguridad”, narró ayer a Q’HUBO un comerciante de la cuadra.
De acuerdo a lo que han podido recopilar, habrían varias versiones que explican cómo fue asesinado este muchacho. Al parecer una hipótesis habla de que el joven habría estado bebiendo alcohol; de hecho dicen que el altercado comenzó en la esquina donde hay un bar. En esa esquina está el primer rastro de sangre.
Lo que han podido ver en cámaras es que el joven llegó a dicha cuadra en la moto e intentó estacionar, pero al parecer iba bajo los efectos de la bebida y no tuvo tiempo para reaccionar cuando otro sujeto, con quien había reñido, llegó y lo encendió a bala. Se cree que el joven se dirigía a la estación antes de ser acribillado.
Los uniformados de la estación central escucharon el boroló y lograron llegar al punto para auxiliar al herido.
El joven fue llevado al Hospital de Suba con un tiro en la cabeza. Murió y con él, el secreto que rodea este alevoso crimen de madrugada.
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