Cojeando, agitado, la camisa emanando sangre y las manos sosteniendo las heridas de bala que acababa de recibir, un joven de 24 años corría desesperado, entre la oscuridad de la noche, por una de las trochas del barrio Rincón del Lago (Soacha), huyendo de la muerte. Buscaba algo de ayuda para él y su mujer, quien quedó herida dentro de una choza de madera, lonas y latas.
Pero el muchacho apenas alcanzó a correr cinco metros, pues al instante cayó desgonzado, vio el firmamento y falleció sobre la calle destapada a pocos metros de la iglesia de madera. Su mujer, de apenas 22 años, murió sola dentro de la vivienda.
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La conmoción está a flor de piel en esta zona de invasión. Los disparos se habían escuchado por toda la montaña que ocupa el territorio de Altos de Cazucá, en la Comuna 4. Sonido regular allí, dicen los vecinos. Un doble homicidio había sido perpetrado a sangre fría dentro de una humilde casita. Estos dos jóvenes, quienes eran pareja, fueron masacrados a bala entre la noche del sábado y la madrugada de ayer. Las autoridades ya están tras la pista de los asesinos y los vecinos se encuentran silenciados y atemorizada con la presencia de bandas delincuenciales. Los móviles de este aterrador crimen siguen siendo materia de investigación.
Doble crimen en Rincón
Los cantos angelicales de la misa de ayer no pudieron opacar los rumores de la gente que cuchicheaba sobre el atroz crimen de la noche anterior. Los dos jóvenes asesinados vivían a una cuadra de la ‘Parroquia Ángel de la Guarda’, ubicada sobre la Calle 41C con Carrera 49 Este.
“Cerca de la madrugada un sujeto ingresó a la vivienda de asentamiento irregular donde vivían estos jóvenes. Con arma de fuego disparó contra la humanidad de ambos. La mujer quedó adentro de la casa con varias heridas de bala, el muchacho alcanzó a salir pero quedó tendido a unos cinco metros de la vivienda. Los móviles del homicidio siguen siendo investigados”, le contó ayer a Q’HUBO una autoridad que atendió el caso.
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Hasta entrada la mañana de ayer los cuerpos seguían siendo levantados por las unidades de criminalística, a pesar de que sobre la medianoche ocurrió el doble crimen. Y es que para llegar a este barrio hay que atravesar largas trochas destapadas que colindan con el extinto lago. La mayoría de las chozas construidas hacen parte de “asentamientos invadidos”.
Cuentan en la zona que la cuadra de casas levantadas detrás de la iglesia se pobló hace poco más de dos años, tiempo en que el joven asesinado, identificado como Eladio Calderón y su pareja, de nombre Luisa Cortés, llevaban habitando en esa zona.
“Los levantaron como a la 1 de la mañana y desde temprano la policía estuvo por acá pero todavía no se sabe qué pasó y la verdad que es mejor no hablar de lo que pasa en esa parte de arriba, uno se pone de sapo y termina en el otro mundo”, señaló ayer a este diario una persona del barrio con mucho temor.
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A pesar de que aún no es claro los motivos por los que mataron a la pareja, los vecinos alertan que por las zonas invadidas recientemente hay la presencia de bandas como la del ‘Paisa’ y retaliaciones continuas entre varios grupos que infunden el terror en la zona. Sin embargo, las autoridades dijeron avanzar favorablemente en las investigaciones.
“La persona tuvo que bajar a pie de la montaña porque no hay paso vehicular. Las labores de vecindario ya nos han acercado a identificar a una persona responsable de este homicidio, nos falta entregar las últimas indagaciones para emitir la orden de captura correspondiente”, agregó el oficial encargado.
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