La tranquilidad de los estudiantes del colegio Atanasio Girardot, en la localidad de Antonio Nariño, se vio interrumpida a las 8 de la mañana del pasado jueves cuando escucharon el accionar de un arma de fuego en cinco oportunidades.
No solo los estudiantes y profesores se estremecieron por el ruido de los balazos, sino varios habitantes del barrio La Fragua, quienes vieron pronto a Jhon Jairo Payares Cáceres agonizante en el suelo.
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Infame ataque…
Los habitantes del sector en el que fue atacado Jhon Jairo no se explican los motivos del cruel ataque, pues sabían que se dedicaba a la venta de vehículos y que vivía con su familia, pero además desconocían que tuviera algún tipo de inconveniente o amenazas en su contra, de hecho lo veían hacer su rutina cotidiana.
“Dicen que él salió de su casa porque hasta allá llegaron unos tipos y timbraron, quién sabe con qué engaños porque como él vende carros… lo cierto es que lo abordaron unos sujetos que estaban en una moto, se escondieron detrás de una grúa cerca a un parqueadero para esperarlo y cuando lo vieron lo llevaron hacia la Calle 17, pero como había mucha gente se devolvieron”, le comentó ayer una vecina del barrio a Q’HUBO.
Y es que poco le importó a los misteriosos sicarios abordar a su víctima en horas en que ya varios negocios estaban abriendo, o la posibilidad de que algunos jóvenes o padres de familia se movieran en el sector; tenían claro que acabarían con la vida de este hombre de 46 años.
Por su parte, quizá el mismo alboroto del barrio llevó a Payares Cáceres a pensar que podría escapar sano y salvo de sus misteriosos atacantes. “Él salió corriendo y cruzó la calle, parece que quería volver hacia la casa, pero los tipos lo alcanzaron ahí en la grúa y fue cuando le dieron los cinco disparos en la cabeza”, señaló otro testigo.
El intento de huida de Jhon Jairo se frenó en seco a la altura de la Carrera 29 con Calle 14 Sur, justo a media cuadra de su casa y muy cerca del centro educativo. Confundidos, los habitantes del sector vieron a los atacantes prender la moto y escapar por las calles de un sector que se caracteriza por la tranquilidad, mientras que Jhon Jairo, agonizante, fue subido a una moto que lo trasladó hasta el Hospital Santa Clara a donde llegó sin signos vitales.
Hasta el momento las autoridades no han dado con los responsables de este violento ataque sicarial y se desconoce si se tras este homicidio hay alguna venganza, si la víctima tenía antecedentes o estaba amenazado.
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