“Yo estaba de turno cuando eso pasó. Antecitos de que eso pasara el señor al que le dispararon se estaba tomando unas cervezas con otras personas y todo estaba muy tranquilo porque igual era muy temprano, no eran ni las ocho de la noche. De un momento a otro de una mesa me pidieron más cervezas y yo estaba agachada sacando las cervezas de la nevera cuando escuché los disparos.
Fueron como tres, o eso creo, porque de los nervios lo único que pude hacer fue tirarme al suelo y esconderme mientras pasaba esa balacera. Cuando me paré ya vi al señor ahí tirado junto a varias personas que trataron de ayudarlo pero el señor no reaccionaba.
Luego llegó la policía y se lo llevó”, le contó ayer a Q’HUBO una mujer que atestiguó de primera mano el crimen de un hombre de unos 45 años en medio de un hecho sicarial. Sucedió en inmediaciones del San Andresito de la 38. Les contamos.
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Bala a comerciante…
A las siete de la noche, aproximadamente media hora antes de que fuera atacado, Dagoberto Torres (nombre con el que las autoridades identificaron a la víctima del crimen) llegó a un local comercial ubicado en la Calle 9 con Carrera 39, en la zona comercial que circunda en San Andresito de la 38.
Torres, quien se ganaba la vida como comerciante, pidió una cerveza y sentó a compartir con las personas que lo acompañaban, según testigos, tres personas más. La charla se desarrollaba normalmente y las personas compartían sin alteraciones en la barra del lugar.
Pasado un rato, cerca de las 7:30 de la noche, cuatro sujetos a bordo de dos motocicletas llegaron a la zona y parquearon a pocos metros del sitio donde se encontraba departiendo el hoy occiso. Los dos parrilleros se bajaron, al parecer, con el objetivo de atentar contra Torres y fue entonces cuando se desató la tragedia.
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Los pillos ingresaron pistola en mano al sitio. De acuerdo con relatos de testigos, encañonaron a los presentes con el fin de minimizarlos y evitar que intervinieran. En medio del ajetreo y el afán del los bandidos por terminar el ilícito cuanto antes, una vez identificaron al blanco de su ataque, dispararon.
“Sonaron como dos o tres disparos, luego los tipos salieron corriendo hacia las motos que los estaban esperando y se esfumaron en cuestión de minutos”, contó ayer otro testigo.
Las autoridades llegaron minutos después y una vez verificaron que el herido aún presentaba signos vitales procedieron con el inmediato traslado al hospital Santa Clara, pero las heridas recibidas y la pérdida se sangre le diezmaron las posibilidades y el hombre lamentablemente llegó sin vida al centro médico.
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Si bien todas las hipótesis apuntan a que se trataría de un crimen con días de planeación, las autoridades no descartan que el hecho sea producto de un probable intento de hurto al que el comerciante de 45 años se habría opuesto férreamente. Otra de las primeras versiones del hecho sostiene que el crimen se dio en represalia por que el hoy occiso se habría negado a pagar una extorsión de la cual estaba siendo víctima.
El local comercial que los violentos convirtieron en escena del crimen cuenta con varias cámaras de seguridad que registraron el minuto a minuto del asesinato. Los videos reposan en manos de las autoridades y es la pieza clave con la que las autoridades esperan esclarecer lo sucedido.
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