La víctima fue identificada como Miguel Ángel Narváez Ruiz y había llegado a la capital procedente de Venezuela hacía 5meses.
“No sabemos nada, la policía no nos ha dicho nada, en el sector nadie habla y nosotros solo sabemos que mataron a Miguel Ángel y no sabemos por qué”, fue lo que le dijo ayer a Q’HUBO la mujer que era la pareja sentimental de Miguel Ángel Narváez Ruiz, joven de 20 años que fue víctima de un ataque sicarial el martes pasado en la localidad de Santa Fe. La mujer pidió reservar su identidad por temor a posibles retaliaciones.
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Los hechos…
En el límite entre la localidad de Los Mártires y Santa Fe, exactamente en la Calle 24 con Carrera 14, el martes pasadas las 9 de la noche, Miguel Ángel Narváez Ruiz iba caminando sobre la calle 24 en dirección de la carrera 13. Se desconoce hacia dónde se dirigía esa noche, lo cierto es que una motocicleta en la que se movilizaban dos sujetos iba siguiéndole los pasos.
Cuando el reloj marcó las 9:20 de la noche, uno de los sujetos se bajó de la motocicleta y, aprovechando la soledad del sector cuando cae la noche, disparó contra la humanidad del joven oriundo de Venezuela que hacía 5 meses había llegado de su país en busca de mejores opciones de vida.
Tras los disparos -entre 3 y 4 según testigos- el joven cayó en el asfalto de la calle 24, mientras la motocicleta donde se movilizaban sus asesinos huía del lugar ante la mirada de los pocos testigos del hecho.
A las 9:53 de la noche un tío de la víctima llegó a la escena del crimen para asistir a su sobrino y al notar la gravedad de la situación, el joven fue trasladado de urgencia en un vehículo de servicio público a la clínica Santa Juliana a donde llegó con signos vitales y duró recuído hasta el pasado jueves 23, día en que lamentablemente falleció tras dos días de luchar contra la muerte.
“En estos últimos días él estaba dedicado a cuidar a mis niños, era mi niñero y trabajaba en otras cosas que le salían por ahí, Miguel Ángel era un buen muchacho y vino hasta acá para poder salir adelante, es injusto que su final fuera ese”, dijo su pareja, quien se declara “muy preocupada” por las pocas pistas que hay del homicidio.
En la zona no hay cámaras de seguridad y la ley del silencio impera en el sector. Los posibles testigos dicen desconocer cualquier detalle del suceso y de los atacantes no se tiene mayor información.
La familia de Miguel Ángel exige justicia y pide celeridad en las investigaciones “lamentablemente en este barrio pasan cosas así y muy pocas veces dan con los responsables, esperamos de todo corazón que esta vez sea diferente”.
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