Mientras cientos de automóviles y pasajeros se preguntaban ayer por los motivos de un monumental trancón en Engativá, en el trabajo de Elizabeth Chávez (una madre de familia), donde llevaba trabajando largo tiempo, se preguntaban dónde estaba ella, pues era quizás una de las trabajadoras más puntuales.
La respuesta a ambas preguntas fue desoladora: Elizabeth había sufrido un terrible accidente de tránsito en la vía cuando se dirigía en su cicla al aserradero donde laboraba. Un bus alimentador la habría arrollado en un confuso y fugaz instante. Eran cerca de las 7 de la mañana cuando ocurrió la tragedia y antes de esa hora la mujer, entre los 35 a 40 años, debía estar ya en el trabajo.
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El dolor de su familia fue inmenso y su drama dejó ver una realidad que vivimos a diario en la ciudad, pero que muchas veces queda en la frialdad de una cifra más de fallecidos en siniestros viales. Y es que este incidente ocurrió en una vía algo estrecha y con un flujo vehicular de poca velocidad. Varios testigos vieron cómo un pequeño desequilibrio, al parecer propiciado por el bus de transporte, acabó costándole la vida.
Triste accidente…
Como todas las mañanas, Elizabeth salía de su casa sobre las 6 de la mañana hacia un aserradero, ubicado a unos 40 minutos de su casa en bici. A tan solo 15 minutos de su hogar sucedió la fatalidad.
La Secretaría de Tránsito alertó del hecho: “se presenta siniestro vial con fatalidad en la localidad de Engativá entre bus y ciclista en la calle 64 con transversal 113, sentido occidente – oriente”, anunció en las redes sociales. Una trabajadora informal de la zona comentó lo que pasó. “Lo que vimos fue que el bus estaba detenido porque una señora, que venía corriendo, lo detuvo; luego de que esta se subiera, pasó la chica en la cicla y cuando arrancó el bus le toqueteó la parte trasera de la llanta y ahí fue cuando ella cayó y el bus siguió adelante, pero le pasó por encima”.
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Otros comerciantes lograron ver que la muchacha llevaba consigo todos sus implementos de protección, pues ella era madre de dos niños, a quienes adoraba y por quienes luchaba a diario para brindarles un buen futuro. Por otro lado, muchos vecinos se quejaron del estado de las vías, las cuales empeoran en época de lluvias.
El levantamiento del cadáver fue realizado por unidades de criminalística, quienes abrieron la vía nuevamente ya pasadas las 9 de la mañana. Una investigación fue abierta para esclarecer si aquel conductor tuvo o no responsabilidad en su caída.
Ya que el hogar de Elizabeth queda tan cerca del punto del accidente, su familia alcanzó a llegar al sitio cuando se enteró que ella no había llegado al trabajo. Allí llegaron a pie y, totalmente desconsolados, le dieron un último adiós a su querida familiar entre sollozos.
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Según cifras de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, los siniestros con fatalidad han aumentado un 38 % con respecto al año pasado, siendo así que pasamos de 160 fallecidos del año pasado a 221. Entre los actores viales más afectados se encuentran los biciusuarios, quienes aportan el 35 % del total de muertes.
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