En inmenso laboratorio de fabricación de coca fue hallado en inmediaciones de Bogotá, en una finca de Silvania (Cundinamarca), ubicada exactamente en una zona boscosa del corregimiento de Agua Bonita. El laboratorio fue catalogado como un “complejo”, ya que estaba compuesto por seis estructuras adecuadas para la elaboración de pasta de coca.
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La desmantelación de este laboratorio se efectuó gracias al trabajo investigativo de la Fiscalía General de la Nación, a través de la Dirección Especializada contra el Narcotráfico, la Delegada para la Seguridad Territorial y el CTI, con apoyo del Ejército. Al parecer, este complejo era usado por más de un grupo al margen de la ley.
RENTABAN EL LABORATORIO
De acuerdo con informaciones recopiladas por la fuerza pública, este laboratorio tenía capacidad para fabricar una tonelada de clorhidrato de cocaína mensualmente.
Además, el complejo era rentado por cortos períodos de tiempo a distintos grupos criminales, quienes lo usaban para cocinar el estupefaciente, embalarlo y enviarlo a los Llanos Orientales, por donde cruzaría hacia la frontera con Venezuela.
Sumando a esto, la mercancía cocinada allí era también camuflada en productos de exportación que salían hacia otros países por la terminal de carga del aeropuerto El Dorado.
QUEMARON EL LABORATORIO
Durante el procedimiento de desmantelación, encontraron 570 kilogramos de sustancias químicas sólidas, 1.206 galones de insumos líquidos y maquinaria empleada en las improvisadas cocinas. Hallaron, además, alojamientos y víveres acoplados para garantizar la estadía de las personas encargadas de la actividad ilícita.
Las ganancias de este laboratorio ascendían a los 700 millones de pesos mensuales. Las autoridades incineraron el complejo, dejando cojos a los grupos que lo usaban para cocinar la pasta de coca.
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