En medio de la soledad y el silencio que se vive en una de las principales calles del barrio Restrepo (en Antonio Nariño) una vez cae la noche, una patrulla de la Policía encontró tendidos sobre el andén los cuerpos inertes de dos hombres, con lago hemático a su alrededor. Se trataban de José Guillermo Bejarano Urrego y Wílmar Arias Quintero.
Los dos sujetos asesinados, según dicen, eran comerciantes de autopartes en este sector del sur de la capital, y en la zona se rumora que sus vidas ya estaban sentenciadas, pues habían recibido algunas amenazas semanas atrás, porque habían tenido problemas con una peligrosa banda delincuencial.
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Aquí para nadie es un secreto que estaban detrás de las cabezas de ellos desde hace mucho. Lo que no sabemos con claridad es por qué. Unos tipos llegaron en un taxi, uno se bajó de la parte de atrás y sin mediar palabra disparó en seis oportunidades, luego se volvió a subir y se fugaron”, le relató a Q’HUBO una persona que presenció el doble homicidio.
El taxi arrancó a toda velocidad por las calles de este sector, y mientras celebraban haber coronado “la vuelta”, una patrulla de la Policía les salió a su paso y los detuvo. En medio del registro, los uniformados capturaron al sujeto que iba en la parte de atrás y que llevaba consigo el arma de fuego con la que habría ultimado a los dos comerciantes.
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Doble homicidio
José Guillermo era conocido como alias ‘Tutti frutti’, y tenía un negocio de venta de autopartes a pocas cuadras del lugar en donde fue asesinado con uno de sus conocidos, Wílmar, más conocido como ‘El Paisa’, y quien trabajaba para él en su almacén desde hace varios años.
Ambos hombres se encontraban hablando sobre el andén de la carrera 16 con calle 21 Sur en el momento en que el reloj marcaba las 9:40 de la noche de este martes. Sin que ellos lo notaran, la escena era presenciada desde la distancia por su verdugo, un sujeto de tez trigueña y contextura delgada que se encontraba en la parte trasera de un taxi.
Cuando ya tenía el revólver listo, el hombre se bajó del ‘amarillo’, caminó cinco pasos hasta acercarse a sus víctimas, y sin mediar palabra les disparó en la cabeza para cerciorarse de que ambas vidas iban a terminar en medio del pavimento.
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Los bares que están por esta calle sí estaban abiertos, pero la gente estaba adentro, entonces muy pocos se percataron de lo ocurrido. Dicen que el man los cogió por la espalda y desprevenidos, les disparó sin decirles ni una sola palabra y luego corrió unos pasos hacia un taxi, que lo estaba esperando a media cuadra”, manifestó un comerciante.
José, de 51 años, recibió dos tiros en la cabeza, y Wílmar, de 41, recibió dos impactos de bala en el pecho. Los tiros fueron letales y la vida de ambos vendedores de autopartes quedaron allí, en el asfalto. Tras el sonido de los tiros, varias personas que departían en dos bares salieron a ver qué estaba pasando y fueron quienes intentaron auxiliar a las víctimas, pero ya era demasiado tarde.
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