En un sector residencial del barrio Salitre de Suba, cuatro personas que departían en una esquina fueron atacadas a plomo. El hecho sicarial ocurrió el lunes 2 de mayo sobre las 5 de la tarde.
Al parecer, y según las primeras versiones policiales, un taxi se detuvo justo al frente de la esquina donde departían las cuatro personas y del carro empezaron a sonar los disparos. Al menos, seis fueron los estallidos que se escucharon en la cuadra que comunica la Calle 156C con Carrera 96.
“Los individuos se movilizaban, según las investigaciones que se han establecido hasta el momento, en un vehículo taxi, atentaron contra la humanidad de estas cuatro personas, tres hombres y una mujer”, afirmó el coronel Edwin Castiblanco, oficial de inspección de la Policía de Bogotá.
Las víctimas
Los heridos fueron trasladados en la patrulla hasta el Hospital de Suba, en donde dos de ellos, identificados como Jesús Darío Acosta y Pedro Enrique Díaz, murieron por la pérdida de sangre y la gravedad de los impactos de bala. Uno de ellos se desempeñaba como conductor de bicitaxi.
Las otras dos personas, identificadas como Leidy García y Agustín Alfonso, resultaron heridas y al cierre de esta edición se recuperaban de la lluvia de plomo que detonó en la localidad 11.
Sin embargo, en contraste con las declaraciones oficiales, las versiones de los vecinos del lugar sostienen que los sicarios llegaron y huyeron a pie, y que uno de los heridos murió desangrado luego de que intentara huir, pero tras media cuadra de recorrido cayó sobre una señal de tránsito y falleció.
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Móviles del atentado
Para la comunidad, el ataque se da en el marco de venganzas entre bandas dedicadas a la venta de alucinógenos y por el control de las llamadas “ollas de vicio” de la zona.
La Policía de Suba coincide con esta versión: “al momento se siguen las investigaciones para dar con el paradero de los agresores. Se tiene establecido que es por un ajuste de cuentas entre bandas de microtráfico de la zona”, afirmó en declaraciones posteriores al hecho el coronel Edwin Castiblanco.
La comunidad del barrio Salitre de Suba está agotada por los continuos casos delincuenciales que se presentan en el sector: hurtos a mano armada y con arma blanca, robo de vehículos, lugares de expendio de vicio y ahora casos de sicariato en zonas donde antes no se veían estos hechos, y mucho menos a plena luz del día.
Los vecinos hacen un llamado a las autoridades de Gobierno y a la Policía para que se intensifiquen los operativos contra las estructuras que afectan la seguridad del barrio y la de sus familias. Ya hasta tienen miedo de salir o regresar a sus hogares.
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