Una de las víctimas del ataque terrorista perpetrado por miembros de ELN creció en la localidad de Kennedy.
El cabo tercero del Ejército Nacional Mateo Benavides Bohórquez, de tan solo 24 años, fue una de las víctimas fatales que cobró el cobarde ataque de los miembros del ELN perpetrado la madrugada de este 29 de marzo en la vereda Villanueva del municipio de El Carmen (Norte de Santander).
En las últimas horas se conoció que Benavides Bohórquez, quien hace parte de los 9 jóvenes que fueron asesinados tras ser atacados con explosivos en el campamento, era oriundo de Bogotá y que creció en la localidad de Kennedy.
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Dolor de patria
El doloroso homicidio de 9 jóvenes en Norte de Santander ha generado gran repudio entre los colombianos. Estos muchachos, que fueron enviados a la guerra y que hasta ahora estaban empezando a construir sus sueños, fallecieron en el vil ataque cometido por el grupo guerrillero del ELN.
Los miembros del Ejército que custodiaban la infraestructura energética en la región del Catatumbo fueron sorprendidos por el ataque con artefactos explosivos a eso de las 3 de la madrugada de este miércoles, mientras estaban descansando. Según se conoció, a los militares también les dispararon con armas de fusil.
En este terrible suceso falleció el cabo Benavides Bohorquez, un joven que tenía un pequeño niño de 4 años al que visitaba en Bogotá cada vez que tenía permiso.
En la mañana ayer en las calles del barrio Kennedy Central, donde viven los padres de este pelado, se respiraba un aire de tristeza. Los rostros de los familiares lucían cabizbajos, inundados de lágrimas, al mismo tiempo que se daban consuelo entre ellos.
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“Mi hermano creció en Kennedy, era un pelado amante del fútbol y le gustaba desde muy niño el tema del Ejército. Prestó su servicio militar ”, señaló con la voz entre cortada Jorge, el hermano de Juan.
Jorge Benavides, uno de los hermanos de Mateo, le contó a Q’HUBO que su hermano era el menor de tres y se volvió el consentido de sus padres, pues los dos mayores hicieron su hogar y se fueron de casa.
Mateo, que viene de una familia de militares que le guardan gran respeto por las fuerzas armadas y el servicio a este país, decidió seguir los pasos de Jorge quien también perteneció al Ejército.
Nos unimos en un sentido acto simbólico en homenaje a la memoria de nuestros nueve militares asesinados y por la pronta recuperación de los ocho soldados heridos en #NorteDeSantander.#HonorYGloriaPorSiempre
— Ejército Nacional de Colombia (@COL_EJERCITO) April 1, 2023
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“Mateo era cabo tercero, llevaba 5 años. Llevaba unos cuatros meses en el lugar donde fue el hecho, era su primer traslado, estaba esperando a mitad de año el otro traslado. También iba a empezar su curso de lancero”, señaló Jorge.
En ocasiones es difícil comprender este tipo de sucesos y más cuando a Mateo le faltaba tan poco para salir a vacaciones. Según contó su familiar, él saldría hoy y llegaría a Bogotá a compartir con sus seres queridos su cumpleaños número 25 en el mes de abril.
“Él venía una vez al año más o menos, visitaba a mis papás, donde la mujer, el hijo y volvía y se iba. Hace 20 días había estado de permiso y estuvo aquí en Bogotá. Mis papás están destrozados, la llamada la recibieron a las 4 de la mañana, mi papá está enfermo, tiene una enfermedad huérfana que le descubrieron hace poco, mi mamá era muy apegada a él, además dependían económicamente de mi hermano”, agregó el doliente.
Para esta familia, al igual que la de los otros muchachos, el dolor es inimaginable, sobrellevar su ausencia y la forma en que perdieron la vida no es tarea fácil, y en medio de este duelo, expresaron su rabia y su descontento con el gobierno.
“Hay una paz que es una farsa, el gobierno envió a unos jóvenes a que los mataron, unos llevaban 10 meses de servicio. Como militar, a Mateo yo lo acompañé a ingresar al Ejército, a hacer todas las vueltas, a recibir su uniforme, es doloroso la forma en la que fueron asesinados, yo quiero que renuncie la cúpula militar”, agregó entre lágrimas el tío de Mateo.
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