Las gotas de lluvia se confundían con las lágrimas del hijo de doña Elva María Medina. Cruzado de brazos y sin sentir el frío desgarrador de ayer por la mañana, el hombre no dejaba de observar el andén donde quedó su amada madre, luego de sufrir un trágico y misterioso incidente.
Elva falleció a causa de la caída de un altillo de su casa, pero las circunstancias de este fatídico episodio siguen sin ser del todo claras, ya que cuando ocurrió esto, la señora de unos 70 años de edad estaba sola y no hubo testigos que pudieran ver con claridad lo que realmente le pasó.
Así fue como el misterio creció descomunalmente en una de las pequeñas cuadras del barrio San Juan Bautista, en Usme. Los vecinos y los investigadores seguían indagando cómo fue que la mujer cayó desde el tercer piso de la vivienda, donde habitó casi toda la vida.
¿Se le corrió la butaca?
A las 7 de la mañana de ayer, un fuerte golpe sacudió la cuadra de la Carrera 14A con Calle 74A Sur. El cielo estaba nublado y se asomaban varias gotas de lluvia. Los vecinos que salieron a percatarse del origen del ruido se llevaron una amarga sorpresa cuando vieron el cadáver tendido de doña Elva sobre el andén. Era una escena lamentable: la mujer había caído prácticamente de cabeza. Se oyeron gritos y fuertes alaridos de dolor.
Salieron de la casa varias personas que habitan en arriendo y salió desconsolado el hijo de la señora. Él casi no era capaz de acercarse al cuerpo de su madre, pues ya había fallecido. Así lo corroboraron los policías del cuadrante, quienes se apuraron a llamar al CTI, ente investigador que se encargó de indagar toda la nefasta escena.
Toda la mañana, hasta entrado el mediodía, los investigadores realizaron varias inspecciones en la vivienda, en aquel altillo de donde cayó la señora y se encontraron con varias inquietudes. La mujer se habría subido a una butaca, pero ¿con qué fin?
Según los peritos del CTI, la mujer se habría lanzado de manera impetuosa, como parte de su propia decisión final. Esta era una de las versiones que rondaba la cuadra llena de curiosos; sin embargo, vecinos conocidos de la mujer no compran esta idea.
“Yo no creo que ella se halla lanzado de adrede. Era una mujer que no tenía nada de problemas ni se le veía en mal estado emocional. De hecho, de las primeras cosas que hacía en el día era salir al balcón y saludarnos. Dicen que de pronto se subió a la butaca a regar unas matas, pero vaya uno a saber, nadie vio nada”, dijo a Q’HUBO, un comerciante vecino.
Mientras tres señoras echaban baldados de agua sobre el andén donde cayó doña Elva, el hijo estaba petrificado del dolor frente a la puerta de su casa. Desde ese lugar nos habló de lo que se sabe hasta ahora. “Realmente es difícil saberlo. Mi mamá era una mujer dulce y yo en los últimos días la había notado bien, de pronto estaba baja de ánimo porque decía que no quería ir al doctor, pero para que llegara hacer eso, no lo sé; los investigadores siguen mirando qué pudo haber pasado. Mi papá está arriba y muy mal, no puede salir, le dio muy duro”, señaló a este diario el hijo de doña Elva.
Cuentan en la cuadra que doña Elva vivía con su marido y su hijo en la casa. Ella era pensionada, al igual que su esposo, por su larga trayectoria en la Policía. El triste final de esta mujer dejó la cuadra de luto. A las afueras los vecinos se congregaron, a pesar de la lluvia, a darle el sentido pésame a la familia de doña Elva y a recordar las ocurrencias de la señora y a preguntarse ¿qué fue lo que le pasó a esta mujer, en esa banca, tan temprano?
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí
