Una tragedia sacudió la madrugada de ayer el vecindario San Bernardino, localidad de Bosa, donde un joven perdió la vida de manera agreste a causa de un cruel robo del que fue víctima junto a sus amigos. El muchacho logró llegar a un hospital, pero el disparo le había comprometido la cabeza y murió al instante.
Se trata del asesinato de Moisés Bonilla Bonilla, un muchacho de apenas 21 años de edad. Al parecer, el joven se dirigía a su casa en compañía de otros dos amigos, con los que había estado jugando en inmediaciones del barrio hasta que fueron alcanzados por la rampante delincuencia.
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Cuentan que sobre las 12 de la noche el grupo de pelados fue abordado por dos sujetos que comenzaron a amenazarlos con pistolas, con el objetivo de quitarles todo lo que llevaban consigo. En medio de este atraco, y en momentos confusos, uno de los delincuentes abrió fuego salvajemente contra la humanidad de los tres jóvenes, quienes alertados pidieron auxilio a los vecinos.
La vida por trastos
Hoy se respira temor en la cuadra de la Carrera 86 con Calle 87 sur, sitio donde el joven recibió un disparo que resultó quitándole la vida, a pocos pasos de la bodega de reciclaje ‘La Mona’.
Q’HUBO habló con varios testigos, pero todos se abstuvieron de declarar, ya que la zona, al parecer, está repleta de cuadras enteras conquistadas por el actuar criminal de delincuentes que surgen en horas de la noche.
Cuentan que los criminales “les dispararon a todos los jóvenes, pero sólo a él (Moisés Bonilla) lo mataron. La Policía llegó rápido, como a los 10 minutos, y se llevó al chico, pero él como que llegó muerto al hospital. ¡Esto está muy inseguro!”, señaló una vecina asustada.
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Los vecinos narraron que las cercanías de esta calle destapada con el caño “da pie para que hayan atracos de madrugada y en las noches. Además, está tan metido el barrio y lejos el CAI, que no se me hace raro que pasen estas cosas por aquí”, resaltó una vecina.
Las autoridades no quisieron entregar detalles de lo ocurrido en este atraco que terminó en crimen. Además de la inseguridad que sufren los residentes de este convulso barrio de Bosa, los vecinos no querían hablar porque reportan la presencia de grupos de venta de alucinógenos, quienes podrían tener algo que ver en estos nefastos hechos. Ellos tan solo claman mayor presencia de policías.
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