Se han conocido nuevos detalles sobre la masacre que tiene conmocionados a los habitantes del barrio La Laguna, de Fontibón.
Con el paso de las horas, se siguen conociendo nuevos detalles sobre lo que fueron los minutos de terror que vivieron los habitantes de dos cuadras en el barrio La Laguna (Fontibón), durante la mañana de este sábado, que cobró la vida de cuatro personas y tiene a una más herida de gravedad en un centro médico.
Y es que el agresor, identificado como Manuel Eldipio Moreno (35 años), oriundo del municipio de Itsmina, Chocó, no tuvo el menor reparo en llevarse por delante la vida de quien se le atravesara en su intento por huir, luego de que atacó a la arrendataria de la casa en la que vivía tras solicitarle el dinero del pago del arriendo.
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Las víctimas de la masacre
De los miembros de la primera casa, Ana Edilma González, de 82 años, quien fue la primera persona con la que se encontró Moreno, recibió el primer ataque del hombre con un machete, no pudo ser auxiliada y perdió la vida justo en frente de su vivienda.
A la mujer, las demás vecinas del sector la recuerdan como una persona servicial, quien no aparentaba para nada su edad, y siempre tenía una sonrisa para el que se la encontraba, ya fuera en la tienda de la esquina o caminando entre cuadras.
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Por el momento, su esposo, la segunda víctima del salvaje ataque, sigue internado en un hospital de la localidad a la espera de que su condición de salud mejore.
De la segunda vivienda, y por la cual Moreno pretendía huir, Q’HUBO habló con Juan Ramírez, uno de los habitantes del inmueble, quien aseguró que se salvó de morir debido a que ese día (el sábado) salió temprano a llevar a su hijo de nueve años a un entrenamiento de fútbol.
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Ramírez aseguró que las primeras dos víctimas en esta vivienda, Orlando Gutiérrez (54 años) y Manuel Gutiérrez (84 años), no tuvieron forma de defenderse tras escuchar las tejas quebrarse y ver aparecer de la nada al agresor, quien en su afán por huir volvió a usar su cuchillo en contra de los dos hombres.
Orlando tenía una discapacidad y padecía ataques de epilepsia, mientras que don Manuel “era conocido por todo el barrio, la verdad era un hombre que llevaba 40 años en el barrio y todos lo recuerdan con cariño”, añadió Ramírez, quien aún no se explica cómo una persona fue capaz de hacerle todo este daño a dos familias.
Una de ellas acababa de cumplir años
La cuarta víctima, identificada como Sofía Pulecio (19 años), impidió que la tragedia hubiera sido mayor, pues contó Ramírez que “ella se enfrentó al agresor para evitar que siguiera hasta el cuarto de su abuela, y con una escoba resistió hasta que más pudo pero al final la apuñaló”.
Y es que una de las vecinas de la cuadra, le contó a este medio cómo vieron desde su propia ventana, ubicada en un segundo piso, los angustiantes momentos en que la abuela de Sofía, de 82 años, se lanzó por el segundo piso de la fachada, y alcanzó a ser recibida por la comunidad.
Ramírez confirmó que “la señora debido a uno de los ataques que recibió en una de sus manos perdió uno de sus dedos”, y de no haber sido por el valor que tuvo Sofía antes de ser asesinada, hoy no se estaría hablando de cuatro víctimas sino de cinco.
Uno de los detalles que más tiene afectada a la familia de Sofía fue que ella cumplió años este viernes 31 de marzo, e incluso “tenía preparada la pinta que compró de cumpleaños para estrenarse justo ese día (el sábado)”, añadió Ramírez.
La joven se encontraba estudiando Derecho y cursaba sexto semestre, y sus familiares la recuerdan como “una niña de la casa, que no tenía problemas con nadie y que siempre estaba pendiente de su familia”.
La historia de la masacre de Fontibón:
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