Juan Sebastián Arismendi Laverde (26 años) murió la tarde del lunes en el Hospital Simón Bolívar, tras ingresar cuando estaba en custodia de los oficiales de la estación de Suba.
De acuerdo con el teniente coronel Edwin Castiblanco González, el joven “se encontraba detenido por hurto calificado”. El caso lo asumió “la Fiscalía para hacer las respectivas investigaciones”, pues el cuerpo presentaba múltiples hematomas.
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Q’HUBO se puso en contacto con Diego, hermano de la víctima fatal, y con el abogado de la familia para conocer más detalles de este terrible caso que no deja de generar gran preocupación.
¿Qué pasó?
De acuerdo con Diego, su hermano estaba recluido desde hace varios días en la estación de Policía de Suba, ubicada en la Carrera 92 con Calle 146 C. Pese a que sus familiares intentaron hablar con él estando preso, no fue posible y su última comunicación fue vía telefónica el jueves.
“Nosotros exigimos verdad, claridad y justicia en el caso de mi hermano. Él estaba estudiando electricidad automotriz en un instituto, tenía un niño de 7 años y una bebé de 3. Era una persona alegre y buen amigo”, exclamó Diego en medio de su dolor.
El pasado 1° de abril los familiares de Sebastián fueron notificados de que él se encontraba en un centro de salud. Inmediatamente, sin entender qué había sucedido, se trasladaron hasta allí, pero su sorpresa fue mayor cuando les dijeron que Sebastián estaba inconsciente y batallaba por su vida. Los médicos, además, le dijeron a la familia que el joven tenía varios hematomas en todo su cuerpo y que bastaba con verlo para darse cuenta del sufrimiento que padeció.
“A nosotros nos dijeron que él se había caído en la ducha. La últimas vez que hablamos con él fue el jueves de la semana pasada y mandó un saludo al papá. Él estaba desde el lunes en la estación y no nos permitieron verlo, solamente en el centro de salud, pero nunca estuvo consciente. Nos dimos cuenta de los golpes, al igual que los médicos, quienes fueron los que nos alertaron. Hasta ahora, hay hermetismo total por parte de las autoridades”, señaló el doliente.
La muerte de Juan Sebastián se registró sobre las 6 de la tarde del lunes en el Hospital Simón Bolívar. Allí los médicos le informaron que él tenía muerte cerebral. Ahora esperan el dictamen de Medicina Legal para conocer en detalle qué fue lo que provocó su final.
Su caso, sin duda, tiene un tinte oscuro y el cuento que se cayó dentro de la ducha y que se autoflageló, como dicen las versiones que reposan en el expediente, no es creíble para la familia, por esto tomaron la decisión de poner el caso en manos del abogado penalista Saúl León.
“A nuestro juicio se trató de un homicidio agravado, fue víctima de maltrato dentro de esta estación, teniendo en cuenta la información preliminar que se tiene. Lo que nosotros esperamos es que se cite a formulación de imputación a los responsables materialmente hablando, quienes lo golpearon y quienes le causaron las afectaciones a la salud que lo llevaron a la muerte. También que se cite a las personas que estaban a cargo en la Policía, responsables de salvaguardar la estación. Cuando una persona está privada de la libertad queda a cargo del Estado y cualquier afectación a sus derechos, ya sea porque fue lesionado físicamente o que falleció, pues la imputación también debe extenderse a los oficiales que estaban a cargo de su custodia”, señaló el defensor.
Por el momento, se espera que la investigación de este caso avance por buen camino y se pueda esclarecer lo sucedido, también que se tomen las medidas correspondientes contra los responsables y que esta muerte no quede impune.
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