En el barrio Sosiego del vecino municipio de Madrid (Cundinamarca) no salen del asombro por el atentado que sufrió un querido barbero, la noche del miércoles. Dos sujetos llegaron hasta la barbería, propiedad del sujeto, y dispararon contra su humanidad, propinándole graves heridas que terminaron causándole la muerte. El atacante huyó y la Policía ya está tras su paradero.
¿Qué pasó?
Caballo, así se llama la barbería que Gustavo Adolfo Castillo Valencia administraba en el barrio Sosiego. El hombre, que era conocido en el sector como ‘Caballo’ o ‘Caballito’, era oriundo de Cali y desde su llegada al municipio de Madrid trabajaba día y noche en su local. Era conocido por ser un hombre honesto, alegre, que irradiaba buena energía y un total entregado a su trabajo y a sus clientes.
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El pasado miércoles él se encontraba en su negocio, como de costumbre. Pasadas las 9 de la noche, un hombre de estatura baja llegó caminando hasta el lugar, entró a la barbería y una vez identificó a su objetivo, sin pensarlo dos veces, abrió fuego sin dilaciones. Testigos aseguran que fueron cuatro los disparos que silenciaron los alrededores de la Calle 3 con Carrera 2.
Mientras los asustados testigos buscaban refugio, el sicario huyó cínicamente, con revólver en mano, por las calles del barrio aprovechando el alboroto que causó el vil ataque.

‘Caballo’ cayó gravemente herido en el interior del local que tanto quería y por el cual había trabajado tan duro. Al parecer, de los cuatro disparos, el hombre fue impactado por tres proyectiles que lo dejaron tendido dentro de su barbería. De inmediato, testigos llamaron a las autoridades, que llegaron rápidamente mientras varias personas intentaban prestarle los primeros auxilios. Tras los eternos minutos de espera, Gustavo Adolfo Castillo fue trasladado en una patrulla de la Policía rumbo al centro médico más cercano.
‘Caballo’ fue ingresado de urgencia al hospital Santa Matilde, en donde inmediatamente los galenos iniciaron el proceso de reanimación. Una y otra vez intentaron darle un aliento de vida al hombre de 34 años, pero los intentos fueron en vano. Castillo Valencia falleció a los pocos minutos de llegar al centro hospitalario.
Las autoridades están tras la pista del atacante cuyo accionar habría quedado registrado en las cámaras de seguridad de la barbería donde sucedió el sicariato y en otras cámaras aledañas al local comercial, que habría grabado la ruta de escape del pistolero.
Allegados a Gustavo exigen justicia y recuerdan al hombre con gratitud y esperanza de que su crimen no quede impune: “Que revisen las cámaras, él no tenía enemigos, él no era mala persona, siempre fue amable, muy buen vecino y muy servicial. Que lo digan los mismos clientes”, expresó en redes sociales una amiga de la víctima.
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