Leidy Johana Beltrán Ortiz es el nuevo rostro de la violencia contra la mujer en Bogotá y el país. Era una joven guerrera y madre de dos pequeñas, que trabajaba día y noche para sacar adelante a sus tesoros, de 10 y 4 años. Leidy quería, como muchas mujeres a sus cortos 29 años, ser amada y brindarle todo su cariño a un hombre. Pero al final, ese sujeto que decía amarla es el principal sospechoso de arrebatarle la vida de manera vil y deshonrosa. Este mismo sujeto hoy está libre, a pesar de la cantidad de señalamientos que hay en su contra. Su familia lo único que pide es que se haga justicia.
Hay sorpresa e indignación por parte de los allegados de Leidy. Ellos no pueden creer que el tipo haya quedado libre, que haya entregado versiones enredadas de lo ocurrido sobre la madrugada del miércoles y que hoy camine por las calles como si nada.
Ayer Q’HUBO habló con amigas y familiares de la muchacha, quienes relataron lo que hubo detrás de este atroz feminicidio.
Del amor a la muerte
‘Ojitos’, como le decían de cariño a Leidy, creció en un conjunto residencial del barrio Tierra Buena (Kennedy). Por las callejuelas de este sector todos la recuerdan como la chica que acompañaba a su madre Alba a vender jugos de naranja. Toda la vida lo hicieron y ese fue el escenario donde surgió el amor entre Leidy y el señalado de quitarle la vida, W. Morales.
“Conocí a Leidy a los 9 años. Todos la vimos crecer en el barrio Tierra Buena, donde tenía el puesto de jugos de naranja con su mami. La vimos tener sus dos hijitas con su expareja, pero por cosas de la vida se separaron y mantuvieron una buena relación. Morales y Leidy se conocieron porque él manejaba taxi y le compraba jugo en su puestico”, contó a Q’HUBO Gaby, una querida amiga de la joven.
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De jugo en jugo, esta pareja se fue enamorando. “Ella me decía que había conocido a un muchacho muy lindo y atento, luego me lo presentó. Me da rabia porque yo ayudé para que esa relación se diera, yo pensaba que él era un buen hombre, él quería a las niñas y fui testigo de que la chiquita lo quería mucho”, añadió Gaby.
La madrugada del feminicidio
Las circunstancias de la muerte de Leidy son confusas, pero para la familia está claro que Morales fue quien lo hizo. “Esa noche él la había citado a un parqueadero de Patio Bonito, no sabemos exactamente en dónde. Solo sabemos que vino de madrugada pidiendo la cédula de mi hermana diciendo que se le había fracturado una pierna”, afirmó Camilo Beltrán, hermano de Leidy.
Sobre la 1 de la mañana, Morales llevó a Leidy a la Clínica del Occidente. Al llegar entregó una versión falsa acerca de lo ocurrido. Incluso, cuando Q’HUBO fue a reseñar lo ocurrido la mañana del crimen corría el rumor de que había sido la expareja de Leidy, pero el señalado nunca pudo demostrarlo y, al parecer, las autoridades corroboraron que no hubo nadie más presente en ese momento que Morales y Leidy.
Q’HUBO se comunicó con Morales y el señor, al contestar el teléfono, se mostró tranquilo y lo único que expresó fue: “los llamo en cinco minutos”, cosa que nunca sucedió, pues él no volvió a contestar ni siquiera a la familia de Leidy.
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Cuenta el hermano de la víctima que este señor no permitía que Leidy visitara a su familia regularmente y se molestaba bastante cuando ella no le contestaba el celular; también manifestó que las niñas de Leidy corroboraron ser testigos de varias agresiones por parte de este sujeto. “¿Por qué nos tocan hombres que nos destruyen la vida? No les importan nuestros hijos. ¿Cómo una persona dice que nos ama cuando lo están matando a uno?”, fue la pregunta que dejó Gaby, la amiga de Leidy.
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