Las muertes violentas se están convirtiendo en una lamentable constante en Bogotá por cuenta de los múltiples homicidios o levantamientos de cadáveres que se reportan prácticamente a diario.
Los ciudadanos nos estamos acostumbrando a ver cómo semana tras semana aumentan los índices de muertes violentas sin que las autoridades civiles o militares le pongan un freno efectivo a la ola de delincuencia y sangre que han teñido a gran parte de las calles capitalinas.
El caso más reciente de homicidio ocurrió sobre la madrugada de ayer en el barrio Lisboa (Suba). Un menor de apenas 16 años fue atacado con arma blanca en vía pública, ante varios testigos que vieron cómo al joven se le iba la vida sin poder hacer nada para salvarlo. Esta es la historia.
Los hechos
El reloj marcaba las 7:40 de la mañana de este sábado cuando ocurrió el ataque. Los comerciantes de la zona hacía menos de una hora habían abierto sus locales para empezar la jornada del día y varios vecinos del barrio Lisboa acudían a las tiendas y panaderías para comprar lo del desayuno.
En medio de esa escena cotidiana, a la altura de la Calle 131B con Carrera 154, se encontraba el joven de 16 años, cuando otro sujeto le salió al paso. Justo en frente de un local de comida, el hombre interpeló al muchacho y sin mediar palabra sacó un arma blanca que llevaba consigo y le propinó una gravísima puñalada a la altura del cuello, que lo dejó en estado crítico de inmediato.
Mientras los angustiados testigos trataban por todos los medios de auxiliar al muchacho herido, su atacante emprendía la huida por los angostos callejones del barrio. En pocos minutos, el herido fue rodeado por una muchedumbre que no daba crédito a lo que acaban de ver sus ojos, y mientras unos trataban insistentemente de llamar los servicios de emergencia y dar aviso a las autoridades de la zona, otros realizaban estériles intentos de reanimar al joven, al que se le iba la vida en plena calle, sin que nada pudieran hacer por él.
El joven falleció tras la escandalosa hemorragia que le produjo la puñalada en su cuello.
Cuando las autoridades hicieron presencia en el sitio ya no había nada qué hacer y procedieron a acordonar la zona y darles aviso a las unidades del CTI para que realizaran respectivo levantamiento.
“Yo solo escuché gritos de varias personas que decían que necesitaban una ambulancia urgente, porque alguien se estaba muriendo; luego fue que salí de acá de la tienda y vi al pelado ahí tirado. Muy triste, era un niño que tenía toda una vida por delante y que no era culpable de la vida que le tocó”, le dijo ayer un tendero de la zona a Q’HUBO, mientras se persignaba en señal de respeto por el occiso.
Para las autoridades, el crimen respondería a rencillas entre bandas que expenden estupefacientes en la zona y que libran peleas a muerte por el control del negocio. Al parecer, el menor asesinado habría cruzado una de las fronteras invisibles que estos grupos delimitan para establecer las zonas de venta, y por tal motivo habría ocurrido el mortífero ataque.
Las autoridades ya tienen identificado al agresor y se espera que en las próximas horas den con su paradero.
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