El instinto protector y la intención de ayudar al prójimo siempre, fuera la situación que fuera, llevaron al soldado José Luis Bucurú Ariza a enfrentarse a tres delincuentes que estaban atracando a una pareja, todo por defenderlos y evitar que ellos fueran víctimas de estos bandidos.
Lo que no esperó fue que en medio del forcejeo, uno de los sujetos que sostenía un revólver iba a tener las agallas de dispararle y ponerle fin a su vida, acabando así con la alegría de sus seres queridos.
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Es una situación lamentable, triste y desconsoladora para sus seres queridos. Nosotros toda la vida hemos vivido en este barrio, José Luis siempre ha sido nuestro vecino y amigo. Nos duele su muerte no solo porque fue a manos de unos delincuentes, sino también porque era una gran persona”, le dijo ayer a Q’HUBO una residente de la zona.
José Luis recibió un disparo en el pecho y este fue letal, pues a pesar de que fue llevado en un vehículo hasta el Hospital de Meissen no resistió la herida y murió minutos después. El llanto desgarrador de sus seres queridos fue el que le anunció a los residentes del barrio Bogotá II Sector, en Ciudad Bolívar, que ya no había nada que hacer.
El crimen
El soldado Bucurú Ariza vivía entre el sueño de seguirle sirviendo a la patria y de brindarle una mejor calidad de vida a su mamá y a sus hijos. En sus días libres y en los que compartía con su familia se esmeraba por hacerlos reír, por ser el alma de la fiesta y brindarles su mejor actitud para sacarlos de la rutina.
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Esos recuerdos, que permanecen frescos en la memoria de sus seres queridos y que los tienen con los ojos inundados de lágrimas y expresando el dolor que sienten en lo más profundo del alma por la pesadilla que atraviesan, son los mismos que hoy los impulsan a pedirle a las autoridades que investiguen a fondo este atroz crimen.
“No entendemos nada. Solo tenemos miedo. No queremos salir, no queremos hacer nada. Esto es demasiado doloroso. Una pesadilla es poco para lo que estamos pasando. Solo queremos que se haga justicia, que ninguna familia tenga que pasar por esta situación”, le narró ayer a Q’HUBO la familia del uniformado.
El dolor para los Bucurú Ariza empezó a las 9 de la noche de este martes, minutos después de que escucharan el sonido de un tiro y de que un vecino llegara a golpearles para avisarles que unos bandidos le habían disparado a José Luis.
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Dicen que el soldado de 38 años iba llegando a su casa, en donde vivía con su mamá, cuando se percató de que unos desalmados se encontraban atracando a mano armada a una pareja, vecinos suyos, por lo que quiso intervenir y frustrarlo. Sin embargo, esa acción fue la que terminó costándole la vida al militar, quien llevaba 14 años haciendo parte del Ejército Nacional, cuando caminaba por la Carrera 18A Bis con Calle 75A Sur.
Escuchamos los disparos, nos asomamos y solo vimos que tres tipos corrían hacia la invasión que queda en la parte de arriba del barrio y que es conocida como Las Torres. De inmediato llamamos a la policía y ellos cuando llegaron ya no había ni rastro de los delincuentes. Solo puedo asegurar que eran tres”, contó un vecino.
Bucurú era soldado profesional y estaba prestando el servicio como orgánico del Batallón de Policía Militar N.° 15 . Todos los días llegaba a su vivienda a descansar con su mamá y cuando tenía días libres se los dedicaba a sus dos hijos de 12 y 16 años, quienes hoy lloran la partida de su papá.
Por su parte, el Ejército Nacional informó mediante un comunicado lo ocurrido y lamentó el asesinato del soldado: “Este Comando destaca el heroísmo del soldado profesional Bucurú Ariza, quien pese a no estar en actividades del servicio, prevaleció su misionalidad de apoyar y brindar seguridad a la comunidad, aún a costa de su vida”.
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Mientras el Ejército Nacional se quedó sin uno de sus buenos soldados, sus familiares quedaron sin un lugar en la mesa, sin el alma de la fiesta, sin la persona extrovertida y de luz que era José Luis.
“Esto es horrible. Es muy duro. Él era alegre, carismático, extrovertido, honesto y trabajador. Nuestro héroe”, concluyó su familia.
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