Cada vez que se piensa que Bogotá no podía estar más insegura, el rostro de la delincuencia siempre nos recuerda lo implacable que es el delito en la capital. La noche de este sábado Cristian Camilo Sedano Chaparro se convirtió en la nueva víctima de la despiadada delincuencia, que ya ha cobrado la vida de muchos jóvenes llenos de sueños. El joven, de aproximadamente 26 años, resultó apuñalado en medio de un brutal atraco.
Nada pudo hacerse para salvarlo, a pesar de los esfuerzos de las autoridades de turno por llevarlo a un centro asistencial, luego de conocer la emergencia. El asalto ocurrió en un sector exclusivo, pero solitario de la ciudad, el cual colinda con el río Arzobispo. Al parecer, dos sujetos estarían involucrados en este homicidio.
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Desalmado robo
Cerca de las 9:50 de la noche, Cristian iba caminando junto a un amigo sobre la esquina que va a dar a la Carrera 17 con Diagonal 40A Bis. Ambos arrastraban sus ciclas del manubrio. Luego de atravesar las cuadras que rodean el río, los muchachos fueron abordados por dos sujetos, cuyo acento podría ser venezolano, según cuentan las autoridades de la localidad.
“Los jóvenes iban a pie cuando emergen estos sujetos, quienes los amenazan para quitarles las bicicletas. El muchacho habría empezado un forcejeo con el delincuente y este le ocasiona una herida por la espalda”, contó a Q’HUBO un oficial encargado del caso.
El amigo de Cristian reaccionó de inmediato y alertó a las autoridades. Así fue que los uniformados del CAI Teusaquillo llegaron al instante para ayudar al joven.
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Sedano Chaparro no parecía estar grave en el momento en que fue ingresado a la Clínica Palermo, a pesar de que en el sitio perdió bastante sangre, como lo demuestran los andenes de la esquina donde lo hirieron. Cristian llegó con una herida en la parte dorsal derecha. Fue estabilizado durante toda la noche, pero sobre las 5:20 de la madrugada, cuando se disponían a realizarle una intervención quirúrgica, el muchacho perdió la batalla y se fue de este mundo.
La lucha de Cristian fue ardua, pero al final la delincuencia volvió a ganar. Los criminales implicados huyeron del sitio con las ciclas de los dos jóvenes. Ayer los agentes de Criminalística estaban por la zona recopilando las imágenes de las cámaras de seguridad para poder identificar el atuendo y ruta de escape de estos desalmados.
“Estamos adelantando constantes patrullajes y labores de registro y control para reducir el porte de armas blancas. Las labores siguen avanzando para dar con estos sujetos, quienes -según dice el testigo del hecho- tenían acento venezolano. El resto sigue siendo materia de investigación”, agregó el uniformado sobre este triste desenlace que hoy enluta a la capital.
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