Una reunión de compañeros de trabajo terminó, la noche de este martes, en una tragedia suscitada por el inexplicable ataque que un hombre de 48 años sufrió a manos de un sujeto, con quien momentos previos departía sin ningún problema.
Al salir de un establecimiento comercial, donde estaban tomándose unas cervezas, dos de los tres hombres que minutos antes compartían mesa se enfrascaron en una violenta riña, que terminó con el dramático saldo de un hombre fallecido, luego de recibir más de cinco heridas propinadas con arma blanca.
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Acto seguido, el agresor escapó impune una vez vio a su víctima agonizando.
Los hechos…
Luis Alfredo Cardozo trabajaba desde hace algún tiempo en un lavadero de carros, ubicado en la localidad de Kennedy. Como era habitual, al término de su jornada laboral, Cardozo se reunía con sus compañeros para compartir un tinto o una cerveza, y así liberar la carga del día laboral.
El pasado martes, en la víspera de su muerte, hizo lo que acostumbraba y pasadas las 4 de la tarde salió con dos compañeros rumbo a una tienda cercana a su sitio de trabajo.
El ambiente era ameno y entre las cervezas y las partidas de bolirana que los hombres estaban jugando, se mezclaban las risas y la camaradería. El tiempo pasó y no hubo ningún problema, hasta que llegó la hora de cierre del establecimiento. Allí fue cuando los ánimos empezaron a caldearse.
Eran las 10 de la noche cuando el establecimiento, ubicado en la calle 2B con carrera 69D, cerró sus puertas. Cardozo y sus dos compañeros se quedaron otro rato frente al local y fue en esos minutos posteriores al cierre cuando se formó la tremenda gresca.
En inmediaciones de esta calle, la noche de este martes se desató la riña que terminó en homicidio.
De acuerdo con información suministrada por un testigo presencial de los hechos, luego de retarse, proferirse insultos y empujarse en varias oportunidades, el sujeto que reñía con el ahora occiso, cuya identidad ya estaría plenamente identificada por las autoridades, sacó un arma blanca que llevaba consigo y procedió con la barbarie.
La víctima recibió, al menos, seis puñaladas en el pecho, en la parte posterior de la cabeza y en su mano derecha.
Una vez el atacante se dio cuenta de la dimensión de lo que acababa de hacer, tomó su bicicleta y de inmediato se escabulló por las calles del barrio. Faltaban pocos minutos para las 12 de la noche del miércoles.
El herido fue remitido de urgencia a la Clínica del Occidente, a donde ingresó aún con signos vitales y donde, pese al esfuerzo médico por salvarle la vida, horas después murió.
Las labores policiales están enfocadas no solo en esclarecer plenamente las razones que impulsaron el ataque. También se busca dar con el paradero del agresor, cuyo actuar homicida habría quedado registrado en varias cámaras de seguridad que circundan el lugar exacto del crimen. Sus compañeros también podrán dar razón de sus características físicas y en dónde vivía.
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