Vuelve y juega: otro asesinato en medio de la rumba en pleno barrio Santa Fe. Esta vez fue un taxista la persona que murió tras un ataque sicarial la madrugada de ayer.
Las primeras versiones indican que al vehículo le venían siguiendo la pista cuadras antes y cuando se parqueó en la Carrera 16a, entre las calles 23 y24, en la zona neurálgica de entretenimiento nocturno del barrio se dio el ataque.
A la víctima le dispararon cuando se encontraba dentro de su carro: dos hombres se acercaron caminando y dispararon contra la humanidad del taxista que fue identificado como Héctor Augusto Devia, de 46 años. Al parecer, los sicarios utilizaron una pistola equipada con silenciador y procedieron con su cometido, esa sería la razón por la que, aparentemente, nadie escuchó nada ni vio nada en una zona llena de establecimientos nocturnos en una hora en la que el sector está en el apogeo de la noche.
Tras el ataque, los asesinos salieron corriendo aprovechando la muchedumbre del sector. Una vez se corrió la voz de que alguien acababa de ser baleado, los visitantes de los establecimientos nocturnos del sector y los comerciantes intentaron auxiliar al hombre que herido de muerte luchaba por su vida.
Las autoridades, que en ese sector están prácticamente en cada esquina, llegaron a los pocos minutos para auxiliar al hombre que, pese a que fue llevado a un centro hospitalario cercano, falleció.
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El homicidio puede estar asociado a la seguidilla de crímenes que vienen ocurriendo en el sector por el control del mercado ilegal que abunda en la zona.
¿Qué pasa en el Santa Fe?
Llama la atención que actualmente el barrio Santa Fe es uno de los más custodiados por la fuerza pública, tanto Policía Metropolitana como Policía Militar custodian la zona de día y de noche, los 7 días de la semana, y sin embargo los homicidos suceden en sus narices. Y no pasa nada.
Tras el robo de un fusil el pasado 20 de abril en la localidad de Teusaquillo, las investigaciones arrojaron que el paradero del arma estaba en una de las casas del sector y desde entonces permanece fuertemente custodiado por uniformados que realizan operativos para dar con el fusil hurtado.
Pese a la presencia de las autoridades, la guerra entre las bandas del sector sigue cobrando víctimas. En relación con este caso, pareciera que la gente tuviera miedo de hablar. Ayer, ante la visita de Q’HUBO a la zona, nadie quiso decir absolutamente nada del taxista y el porqué el asesinato.
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