Una familia residente en el sector de Candelaria La Nueva, en Ciudad Bolívar, vive una lamentable desgracia familiar propiciada por un conductor que atropelló impunemente al menor de los miembros de la familia causándole la muerte inmediata.

Los hechos sucedieron el pasado domingo 19 de febrero cerca de la media noche cuando el hoy fallecido de 26 años, identificado como Cristian David Londoño Londoño, cruzaba la Avenida Villavicencio y fue atropellado por un vehículo manejado por una persona que permanece oculta.

Este, inmediatamente pasó el accidente y se dio cuenta de lo que había causado, huyó impune del lugar. Q’HUBO habló ayer con Ánderson Alzate Londoño, familiar de la víctima, quien además de narrarnos los gravísimos hechos denunció la poca celeridad con la que las autoridades han manejado el caso. Les contamos…

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Velocidad desfasada

“El accidente sucedió el 19 de febrero a las 11:54 de la noche. Esa noche Cristian David se encontraba en una tienda de la zona departiendo con unos amigos, todo pasó al momentico que él se despidió de sus amigos. Cuando salió del lugar donde estaba y se disponía a pasar la Av Villavicencio con Calle 68 Sur fue atropellado: una camioneta negra que venía por lo menos a unos 140 kilómetros lo arrolló a pocos metros de un paso peatonal. La persona que iba manejando ni siquiera frenó para ver qué había pasado, simplemente siguió su camino y dejó a Cristian moribundo en la mitad de la vía”, nos contó Ánderson.

Tras recibir el violento impacto, Cristian voló unos 50 metros: “cómo será la velocidad a la que venía esta persona, que en los videos que conseguimos se ve claramente que quien conduce ni siquiera intenta esquivarlo, no se perciben movimientos del timón del carro. También puede verse que en el carro no se prenden las luces de stop, es decir, que en el momento exacto del impacto ni siquiera se hizo el intento de frenar, hechos que nos hacen pensar que el evadido o la evadida probablemente conducía en estado de embriaguez”, nos detalló el familiar de la víctima haciendo especial énfasis en la altísima velocidad a la que iba la camioneta.

“Necesitamos celeridad”

Londoño Londoño murió de manera instantánea tras el fuerte choque. Testigos del hecho se acercaron para intentar ayudarlo y uno de ellos, que lo reconoció, fue quien avisó a sus familiares. “A mí me llamaron para que fuera y cuando llegué, tristemente me tocó identificarlo. Lo que viene después, preocupa. Pese a que el caso está en manos de las autoridades desde que pasó, las pruebas que se tienen se han conseguido por nuestro lado, incluso las llevamos a peritaje para establecer la velocidad del vehículo, el tiempo de acción de quien conducía, etcétera.

Como suele pasar en estos casos las investigaciones avanzan a paso de tortuga y no podemos esperar que el tiempo pase y luego todo sea más complejo. Necesitamos más apoyo, por ejemplo, con el tema de las demás cámaras que pertenecen a las autoridades y a cuyos registros no ha sido posible acceder”.
La partida de Cristian, el menor de la familia, deja un vacío irreparable en sus dos hermanos, su hermana y sus padres, quienes no entienden cómo no se ha movido el caso aún con el contundente material probatorio con el que se cuenta.

Solo esperan que la muerte de su ser querido no pase a engrosar la penosa listas de muertes en accidentes de tránsito que permanecen en la impunidad.

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