Una cinta amarilla de peligro ondeaba ayer sobre el lugar en el que estaban sentados Cristian Jesús Heredia Vargas y otra muchacha de 19 años, a las 9:40 de la noche del martes. Es una estrecha cuadra elevada y acorralada por una polisombra que aísla la calle destapada que está en construcción. A este sitio llegó un matón y abrió fuego indiscriminado contra el hombre y la muchacha en la penumbra del barrio Caracolí.

Una airada noche se vivió. Los vecinos y amigos que acompañaban a los heridos hicieron de todo para salvarlos, pero lastimosamente solo la joven tuvo esa suerte. Heredia (de 38 años) murió en el Hospital Meissen entrada la noche. El crimen habría obedecido a una venganza casada.

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Bala en la puerta…

Antes de que se desatara el infierno, en toda la puerta de su casa (Transversal 66 con Calle 77 Sur) estaba sentado Heredia al lado de la jovencita identificada como Danna Maryuri. Habían otros dos hombres que fueron testigos de la balacera. Dicen que “se escucharon cuatro tiros y un alboroto. Llegó un montón de policías y entre todos bregaron para meter a los pelados a una patrulla. Uno ya iba casi muerto porque le reventaron la cabeza, la otra pelada era gritando que la ayudaran”, señaló ayer un vecino de la cuadra a Q’HUBO.

Con dos tiros en la cabeza, Heredia ingresó a cirugía en el Meissen. Su muerte fue confirmada al poco rato. En conversación con la joven herida, quien llegó al centro médico con una herida de bala en su cuero cabelludo y otra en una mano, ella manifestó que los asesinos dispararon sin mediar palabra.

No más de 15 días llevaba viviendo en el lugar el hombre asesinado. De acuerdo a los vecinos es poco lo que conocían a este hombre. Uno de los residentes dijo a Q’HUBO ayer que “el muchacho comerciaba con partes de bicicletas y todo lo que tiene que ver con eso, pero más allá nadie lo conocía a fondo”.

Pistas…

Investigando los detalles detrás de este crimen, la policía se encontró con dos aspectos: el primero, que en el pasado la persona asesinada pagó cárcel y tenía antecedentes por fabricación, tráfico o porte ilegal de armas de fuego o municiones, y fabricación, tráfico o porte de estupefacientes, cosa que hace parte del material para llegar al fondo del asunto.

Un último detalle que podría ser la clave del homicidio fue que allegados de la víctima contaron a las autoridades que Heredia había sostenido una fuerte discusión el fin de semana con unos tipos malacarosos que harían parte de la ‘Olla del Chinga’, grupo delincuencial que está asentado en esta zona de Ciudad Bolívar. Falta recopilar las pruebas para esclarecer este nuevo asesinato.

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