Aunque parezca sacada de una película de terror la historia de una mujer que mató a su pareja y luego cocinó partes de su cuerpo para servirla a sus hijos, es real y ocurrió en Australia en el año 2020.
Katherine Knigth es la protagonista de esta sangrienta y macabra historia que conmocionó a este país. Según se pudo conocer, la mujer, que había sufrido traumas en su infancia y que había tenido algunos matrimonios fallidos, conoció a Jhon Prince con quien sostuvo una relación extramatrimonial mientras mantenía una relación con su último esposo, John Chillingworth, al que apuñaló con unas tijeras en medio de una discusión.
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Luego de este terrible episodio su esposo se separó de ella, pero Katherine siguió su relación con Prince. Se dice que mientras estuvo junto a Prince en 1998, ella le propuso matrimonio y él la rechazó, por lo que la mujer quiso vengarse y envió unos videos al jefe de él en los que supuestamente se veía a Prince robando, por lo que lo despidieron y él decidió cortar con ella.
A pesar de este episodio, Prince regresó con Katherine unos meses después, pero las peleas se volvieron cada vez más violentas y en febrero de 2020 la mujer le propinó una puñalada en el pecho, por lo que este le interpuso una demanda para mantenerla alejada. Sin embargo, ese mismo día, Prince llamó a sus compañeros de trabajo y les advirtió que si no llegaba a trabajar era porque posiblemente algo grave le había ocurrido.
Dichas estas palabras, Jhon regresó a su hogar pero no encontró a sus hijos y solamente estaba Katherine, quien había preparado toda una noche romántica para reconciliarse con él.
El hombre, indiferente y ofendido con lo que había sucedido, se fue a dormir, pero la mujer insistente lo despertó para que tuvieran relaciones sexuales.
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A la mañana siguiente Prince no llegó a trabajar y fue cuando su jefe y compañeros se alertaron y decidieron llamar a las autoridades para que acudieran al domicilio. La policía ingresó al lugar y vio la macabra escena: Katherine le quitó la piel por completo a Jhon y la colgó en unos ganchos a modo de cortinas en una puerta que daba a la sala, no sin antes haberle propinado 37 puñaladas.
Por si fuera poco, encontraron la cabeza del hombre dentro de una olla cocinada con vegetales y sus nalgas fileteadas puestas sobre una bandeja del horno junto a unas verduras.
En la mesa del comedor la mujer había dejado la vajilla y en cada puesto había dejado el nombre de cada uno de sus hijos para que se sentaran. También restos del cuerpo de Jhon fueron encontrados en el jardín.
El resto del cuerpo de Jhon estaba en el suelo y se le podían ver los músculos y otros órganos internos de su cuerpo.
Entretanto Katherine fue encontrada dormida en la habitación, tras haberse tomado una gran cantidad de pastillas.
Después del macabro suceso, Katherine fue declarada culpable de asesinato y sentenciada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Hasta el momento se desconocen las causas que llevaron a la mujer a matar, pero psiquiatras que la evaluaron concluyeron que ella sufría de trastorno límite de personalidad.
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