Un hambriento ladrón ingresó a un establecimiento de comida luego de que los empleados se fueran para llevarse algunos elementos de valor y dinero, sin embargo, al ver que había un rico salami, se quedó comiendo.
El joven se entretuvo con la comida y no se percató de que un guarda de seguridad descubrió que habían entrado a robar, tras ver uno de los vidrios rotos y llamó a las autoridades.
Posteriormente, la policía llegó y encontró al pillo comiendo tranquilamente, por lo que fue capturado tras encontrarle en una maleta las cosas hurtadas.
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El asaltante fue identificado como Agustin Garay, de 19 años de edad, y según fuentes policiales ya tenía antecedentes delictivos y será acusado por hurto agravado.
El hecho se presentó en Argentina, en un establecimiento comercial ubicado en la provincia de San Juan.
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