Cuando Sebastián Cortez llegó a Catar, se llevó tremendo susto. Había una señora con su nombre en un cartel y junto a ella estaban 10 policías esperándolo. Este hijo de Girardota (Antioquia), de 30 años, tragó entero porque no sabía si había cometido una imprudencia, si en el vuelo de 13 horas (desde New York, EE. UU.) había grabado lo que no podía y pensó que estaba en problemas… Nada de eso, lo que pasa es que este barbero estaba llegando al país de las opulencias y lo recibieron como un rey.

“Los policías iban detrás de mí, la gente me tomaba fotos y resulta que me estaban escoltando, fue algo especial solo por llegar como miembro de la Selección de Estados Unidos y como llevaba el uniforme, la gente pensaba que yo era un jugador. Me recogieron en un carro en el que yo nunca me había montado y durante el recorrido iban dos camionetas de policía escoltando”, nos contó en entrevista telefónica desde Catar. 

Sebastián, que es sincero al hablar, nos aceptó que él no entendía por qué siendo un barbero lo recibían así. Pero es que él no es cualquier barbero, es el encargado de darle estilo y flow a los jugadores de Estados Unidos en el Mundial y parece que ayer les dio suerte en el debut frente a Gales, porque no perdieron: igualaron 1-1.  

¿Cómo llegó hasta allá?

En marzo de este año, gracias a los reportajes que le hemos hecho a Sebastián por su talento con las manos, le dieron una visa de talento en Estados Unidos. Así logró ser el barbero de confianza del equipo New York City (de la MLS) y como las buenas rachas en la vida, una cosa llevó a la otra.

Aquí entra un segundo protagonista de la historia, porque Sebastián siempre ha trabajado de la mano de David Marulanda, otro colombiano que ha triunfado como barbero en Estados Unidos. Cuando David supo que Sean Johnson, portero del New York City, había sido convocado a la Selección el año pasado, le dijo que el sueño de ellos era “recortar” a los futbolistas de Estados Unidos. 

“Él nos dijo que nos ayudaba, pero a escondidas. Nos ubicó en una habitación de Las Vegas, allá recortamos y justamente la Selección quedó campeona (de la Copa Oro)”, contó el barbero paisa. 

Eso fue en el 2021 ,y desde entonces, siguieron viajando con ellos para hacerles los cortes, pero a escondidas, hasta que un director logístico del equipo se dio cuenta y lejos de enojarse, les propuso oficializar su labor. El tema era clandestino por cuestiones de pandemia, pero David y Sebastián se ganaron el trabajo por cumplir a cabalidad. 

Ahora este par de berracos andan cumpliendo sueños a miles de kilómetros de la tierrita. Sebastián ha sentido mucho calor, come la comida que le hace un chef privado al plantel y aunque solo ha logrado dormir una hora diaria por tener los horarios trocados, está que no se cambia por nadie.

Redacción: Wendy Restrepo Gómez para Q’HUBO Medellín

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