¿Alguna vez ha escuchado la frase: ‘siento la energía como estancada’? Pues no se trata de una mera superstición sino de una realidad que puede solucionar gracias al Feng Shui, una filosofía china milenaria que entiende que los espacios físicos están sometidos a los flujos de energía, y que por ello es necesario encontrar el equilibrio teniendo presentes los cinco elementos de la naturaleza: aire, agua, fuego, metal y tierra.

Para entender un poco más de este tema consultamos al argentino Gustavo Fernández, investigador paranormal y todo un experto en temas del Feng Shui.

¿Por qué resulta importante el Feng Shui?

Los antiguos geománticos chinos sabían que las superficies del planeta están recorridas por líneas de energía, las cuales ellos llamaban las venas del dragón. Hoy les damos otros nombres, como líneas de energía telúrica o redes Hartmann. Entonces, si yo vivo o hago mis actividades sobre una de estas líneas de energía o cruces de dos líneas de energía, debo mirar si estas coinciden con aspectos positivos o negativos del subsuelo, que está asociado con los minerales o la presencia de agua, a la existencia de huesos o de objetos metálicos sepultados. Dependiendo de esto va a haber un flujo de energía que va a interactuar con nosotros, porque básicamente somos energía y no solo cuerpo. 

¿Somos el reflejo de nuestros espacios?

Desde la filosofía china, el ámbito donde realizamos nuestras actividades es el espejo de nuestra propia naturaleza. Lo que sucede en nosotros, ocurre en nuestra casa y viceversa. Desde el Feng Shui todo se relaciona, determinadas habitaciones de nuestra casa con los órganos del cuerpo humano, entonces si yo organizo la energía de mi vivienda o de mi lugar de trabajo, por carácter transitivo o por un principio de correspondencia entre lo macrocósmico (que es la casa) y lo microcósmico (mi naturaleza) se produce un efecto reflejo de esa armonización.

¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir los materiales para nuestro entorno?

Todo depende de la ubicación donde se encuentren los elementos en la vivienda. Para el Feng Shui esto es elemental. La planta de la vivienda se divide en nueve casilleros y a cada uno se le asigna una correspondencia con determinado elemento de la naturaleza; excepto el casillero del centro que es el del Yin Yang o del Tao, el cual reúne a los cinco elementos. El tema es que los materiales estén en casilleros afines a su naturaleza. Por ejemplo, una vela apagada debe ir en el casillero fuego, un cuadro con un paisaje marino o un acuario en el casillero agua. Esa es la primera exigencia.

¿Qué podemos hacer para que la energía fluya?

El movimiento de la energía dentro de la casa no debe estar demasiado obstaculizado, pero tampoco demasiado rápido. Es decir, demasiado obstaculizado es cuando hay muchos ángulos rectos, muchos muebles en el camino o mobiliario, por lo que la energía tiene problemas para trasladarse. Por eso el interior de las viviendas chinas tiende a ser minimalista. La mejor manera de saber si la energía en la casa funciona es uno mismo desplazarse.

Si voy de un extremo a otro y tengo que hacer ángulos rectos, caminar de lado para sortear una silla, o agachar la cabeza para pasar debajo de una lámpara, todas esas perturbaciones en mis desplazamientos también perturban la energía. Y demasiado rápido es cuando un pasillo lleva directo al dormitorio, ahí se acelera la energía, como un efecto túnel, e impacta violentamente contra la habitación, por eso existen distintos recursos para reducir ese impacto.

¿Por qué tener cosas rotas es negativo?

Desde el Feng Shui, no debe haber en la casa nada roto. Si es así, se desecha. Algunas personas usan la excusa: ‘es que este me lo regaló un ser querido o costó bastante’. Si es así, es mejor arreglarlo y usarlo. Debemos jerarquizar decorativamente los objetos: una máquina de escribir antigua no sirve de nada tenerla en el ático o en un rincón, porque no trae buena energía; pero si la limpias, la restauras visualmente y la pones como decoración en la sala con luz, ahí le cambias su energía. Tampoco debemos tener en nuestros espacios objetos que no nos gusten, porque no genera una buena energía en el entorno.

PERFIL

Gustavo Fernández es escritor e investigador paranormal argentino. 

Le han sido publicado 17 libros gráficos y cuatro digitales. Es director del portal ‘Al filo de la realidad’ (www.alfilodelareali dad.com) y del Centro de Armonización Integral (entidad educativa). Es conferencista y ha sido invitado a programas de radio y televisión. Además, ha participado en numerosos congresos nacionales e internacionales. Dedicado también a la difusión de Sabidurías Ancestrales, visita constantemente distintos países en plan de investigar y formar a otros.

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