Hidratarse de la manera adecuada es fundamental a la hora de realizar actividad física.
Realizar algún tipo de deporte conlleva una mejora para la salud física y mental. Asimismo, produce un aumento en la sudoración y un incremento en la necesidad de agua en el organismo, por lo tanto, es necesario prestarle atención a la hidratación.
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De esa manera, para una persona adulta en condiciones normales se recomienda consumir 2 litros de agua al día, pero esta cantidad puede variar de acuerdo a días caluroso o la actividad física que se pueda realizar.
Es necesario señalar que el organismo humano está compuesto el 60% de agua y al realizar actividad física se pierde gran parte de esta a través del sudor, en ese sentido hidratarse antes, durante y después de la práctica es fundamental.
Las necesidades hídricas de cada persona varían de acuerdo con factores como la edad, el sexo, la intensidad, la duración de la posible actividad físicas, las altas temperaturas y la humedad ambiental y cuando no se cumple con la ingesta de agua necesaria, se puede llegar a un estado de deshidratación, el cual puede tener graves consecuencias para la salud.
La hidratación correcta mediante la actividad física permite activar las enzimas esenciales para suministrar la energía que necesita el cuerpo, favorece la eliminación de impurezas y toxinas del organismo y facilita el transporte de nutrientes, vitaminas y minerales por el organismo.
De ese modo, el Instituto de Investigación, Agua y salud recomienda consumir las siguientes cantidades de agua antes, durante y después del ejercicio. En términos generales es recomendable beber 500 ml dos horas antes del ejercicio, entre 100-150 ml cada 15-20 minutos durante el ejercicio, y 500 ml después del ejercicio.
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