En el argot popular se dice que, a veces, uno se levanta ‘de malas pulgas’. En su caso, tal vez haya experimentado que un día cualquiera se despierta con la mente atiborrada de pensamientos perturbadores.
¿Le ha sucedido? La verdad es que el hecho de que esté fastidiado en un momento determinado no quiere decir que esa sea su personalidad. Yo sé que usted no es así generalmente; sin embargo, hay días en que todo lo ve gris.
Ojo: no puede permitir que sean eternas esas horas en las que se encuentra navegando en el ‘mar del descontento’ o removiendo aspectos de su vida que desearía que fueran distintos. Deje de vivir renegando por la rutina, por los problemas en la oficina o por su apariencia física.
Esa sensación de malestar no puede abrumarlo tanto, al punto de que empieza a creer que todo lo que hace está destinado al fracaso. Lo menciono porque cuando usted siente que la vida lo golpea, puede llegar a creer que ha tocado fondo. ¡Y eso no es así!
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Reflexione y analice si se está angustiando por asuntos triviales o tal vez está magnificando las situaciones que vive.
¿Se encuentra usted anticipando angustias? ¿Imagina que todo le saldrá mal? ¡Tenga cuidado! Podría estar cayendo en la trampa de las pequeñas preocupaciones que amargan su existencia.
¿Cuáles son esas pequeñeces que perturban su entorno? ¡Solo usted tiene la respuesta! No obstante, con seguridad hay sombras desconocidas que pueden opacar su día, llevándolo a repetir pensamientos negativos.
En ese sentido, me gustaría recordar un proverbio chino que dice que “tal vez usted no pueda evitar que las aves vuelen sobre su cabeza, pero sí puede evitar que ellas hagan nido en su cabello”.
Y para dejar de estar inconforme por todo es necesario mirar hacia adentro y hacer las paces con su propia historia, por más dura y triste que esta haya sido. La forma como se ve ante las cosas difíciles es decisiva. Lo que se dice a usted mismo ante las dificultades determinará en gran medida cómo las abordará, si será capaz de afrontarlas o si tirará la toalla antes de tiempo.
Cambiar su perspectiva y enfoque puede revelarle la maravilla que es su vida. Por ejemplo, después de un día difícil con su pareja y en el trabajo, pregúntele a alguien convaleciente si cambiaría su enfermedad por sus problemas. ¿Qué le respondería?
Cambie la actitud con la que encara su ‘día a día’. Ha llegado la hora de empezar a despertarse de mejor humor, de ser más productivo y de salir a disfrutar de la vida.
BREVES REFLEXIONES
* No permita que su corazón se atormente, y menos deje que los pesares de la adversidad afecten su vida por completo y lo sumerjan en la tristeza. ¡Siempre confíe en Dios!
* Entréguele todo lo que le preocupa y Él lo abrazará, de tal forma que podrá sentir su bendición y su misericordia.
* La vida es como una cámara de fotografía: con ella uno debe enfocarse únicamente en lo que es importante; se deben capturar los buenos momentos y sacar los negativos.
* También es clave revelar el aprendizaje de cada situación. Y si, de repente, las cosas no salen como se espera, siempre se puede hacer una nueva toma.
* ¿Ama la vida? Si responde que “sí”, tiene la obligación de no malgastar ni un segundo más. Deje de preocuparse por cosas ‘bobas’, viva su vida y sea feliz.
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