Pretendemos resolver todo mecánicamente sin ponernos a pensar por qué hacemos las cosas o qué queremos conseguir de ellas. ¡Y así se nos pasan los días!...
Eso de “llegar hasta las últimas consecuencias” en nuestro afán por vengarnos, además de ser dañino, termina por envenenarnos el alma. Actuar con rabia produce más...