El Salto del Tequendama es noticia hoy por la caída de un automóvil con dos ocupantes, cuyos cuerpos aún no han sido encontrados. A raíz de esto, los misterios que hay detrás de este turístico lugar volvieron a salir a la luz.
La oscuridad y el misterio comenzó a rondar este sitio desde 1940, año en el que se contaminó el agua de esta cascada y los turistas dejaron de visitarla. Por si fuera poco, el castillo tuvo que cerrar sus puertas porque dejó de funcionar allí la estación del tren y el lujoso hotel que era visitado por muchos turistas.
Desde ese momento, varias personas comenzaron a frecuentar este lugar pero para ponerle fin a su vida, pues veían en ese sitio la oportunidad de encontrar la muerte de una “manera más efectiva”.
Estas extrañas muertes comenzaron a hacerse famosas y por ende el salto fue bautizado por los ciudadanos como ‘El lago de los muertos’. Desde entonces, cientos de mitos y leyendas urbanas comenzaron a surgir en este lugar, pues muchos aseguran que en el hotel -que tiene fachada de castillo y que está abandonado- asustan las almas en pena.
Los cuerpos de quienes terminaban su vida allí nunca eran encontrados, por esta razón sus dolientes no tenían a quién darle cristiana sepultura y se limitaban a visitar este salto para poder orar y buscar que el alma de su ser querido encontrara paz y perdón.
De esta cascada natural de 157 metros de altura, los suicidas tardaban tan solo seis segundos en caer y perderse entre el agua contaminada y la zona vegetal ya seca que hay al fondo de lo que algún día fue un gran caudal.
Muchas personas se atreven a decir que quienes se quitaban la vida allí era porque se sentían atraídos por una poderosa energía oscura, la misma que habían dejado aquellos que terminaron con las suyas saltando desde el mirador.
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