¡Hay personas a las que todo les parece mal! Y sienten que de nada vale esforzarse por sus sueños. La verdad es que la postura que tienen con sus vidas no es la mejor.
Ellas, a pesar de que ven cosas que les molestan a sus alrededores, aseguran de una forma terca que no son capaces de recomponer el camino.
Se acuestan agotados y frustrados, entre otras cosas, porque saben que al día siguiente les volverá a ocurrir lo mismo.
Tal vez no son conscientes de la rebeldía que alimentan en su espíritu y por eso viven con estrés.
¡Lástima! Poco a poco se irán desgastando y, con el tiempo, la infelicidad se les tatuará en piel y mente. A muchos les ocurre eso en las oficinas de trabajo, en las relaciones y en sus propios hogares.
¿Sabe qué es lo que más me sorprende? Que están dejando que se les escape la vida.
Quienes viven así deberían preguntarse si eso es lo que quieren para sus mundos.
Si usted se siente identificado con esta crítica, le recomiendo no permitir que ese cuadro oscuro siga enmarcando su interior. Si deja que la amargura aumente, el miedo y la incertidumbre devorarán su alma.
Y si no toma cartas en el asunto podría comenzar a tomar malas decisiones y arruinaría aún más su cotidianidad y su existencia.
¿Cuál es su proyecto de vida? ¿Qué es lo que realmente lo hace feliz? ¿Qué necesitaría para salir de ese anquilosamiento en el que anda?
En las respuestas que les dé a esos cuestionamientos está todo lo que necesita saber.
Yo sé que le parece agotador intentar cambiar su actitud; sin embargo, le pregunto: ¿Para quién ha sido fácil modificar un
patrón de toda la vida y empezar a ver las cosas de forma diferente?
¡Todo nos cuesta!
No tiene porqué vivir con muy poco, pero tampoco necesita demasiado para ser feliz; simplemente requiere de lo justo.
¡Controle su estrés!
Le recomiendo aceptar una filosofía inquebrantable que reza así:
“Si bien hay cosas que se nos escapan de las manos, también podemos hacer todo lo posible para ver el entorno con una actitud más esperanzadora”.
De nada sirve desgastarse y sufrir por no tener el control sobre situaciones que no están en nuestras manos.
Tampoco pelee con los demás para hacer valer su punto de vista. Ni usted ni yo podemos cambiar a las personas, ni mucho menos hay que esperar a que sean como nosotros queremos que sean, porque así nunca hallaremos paz.
¿De qué le sirve a usted vivir triste, decepcionado o enojado? Controle su vida y no se desgaste con bobadas.
Aprenda a no dejarse afectar por lo que otros hagan. Es mejor ser propositivo y poner las situaciones en contra a favor.
Le recomiendo que enfoque su energía hacia actividades o cosas que lo hagan sentirse bien y pleno. Por ejemplo, en el trabajo profundice en otras áreas que no haya querido aprender.
Salga de su zona de confort y diviértase en el proceso.
Empiece a relacionarse con otros, así no le caigan bien. Lo mismo aplíquelo a su vida social, familiar y sentimental; verá cómo va soltando esa forma de ver y pensar ante las cosas nuevas que le ponga la vida en el camino.
Si aprende a disfrutar su cotidianidad se dará la oportunidad de encontrar nuevas facetas que no conocía; también empezará a ver a sus cercanos y a los amigos de una forma completamente diferente.
Aunque sé que es complejo de entender lo que hoy le digo, estoy seguro de que poco a poco irá
descubriendo el camino correcto.
Nunca es tarde para ser la persona que quiere ser. Solo debe tomar la decisión de actuar.
Elija a Q’HUBO Bogotá como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí
¿Qué tal le pareció este contenido?
¡Haga clic en una estrella para puntuar!
Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0
Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sea el primero en puntuar este contenido.