Equilibrio. Esa es la palabra favorita de Tatiana Campo, una mujer de 34 años, la mayor de tres hermanos, quien nació en Cúcuta, y que desde muy joven tuvo que irse a vivir a Cartagena. Aunque años más adelante llegó a vivir al Eje Cafetero, ante todo, ella terminó abriéndole las puertas a más de una mujer con deseos y ánimos de salir adelante.
Facetas que cambian vidas
Empezar, como casi todo en la vida, fue lo más complicado para Tatiana, quien recordó que desde los 14 años tuvo que hacerse a cargo de sus dos hermanos menores, pero gracias a la formación y los valores que recibió de su padre, sumado a ese deseo que siempre tuvo desde niña en generar dinero por medio de pequeños emprendimientos, le permitieron forjar una personalidad disciplinada y sobre todo “ñoña”, como ella misma se cataloga, debido a que gracias a sus buenas calificaciones en la universidad se le abrieron las puertas para poder desenvolverse en espacios y facetas que, ella misma, años atrás, no se hubiera ni siquiera imaginado.
Es por eso que Campo, que se graduó como contadora, y además tiene una especialización en Gerencia de Negocios Internacionales, comenzó a ver que los negocios era lo de ella.
A raíz de su especialización, con una de sus compañeras y socias montó uno de sus primeros proyectos, ‘Pandora’, un negocio que ofrece todo lo relacionado con juguetes sexuales; una tienda que, como ella misma dice, tiene algo novedoso y que la misma Tatiana explica de la siguiente forma:
“Pandora fue el primer proyecto de boutique erótica en desarrollar ese concepto en el país, y es la única tienda de esta clase que tiene un sistema de ventas diferente. Tú vas a mi tienda y yo no te vendo, yo te doy una clase personalizada, y ya lo tenemos como un proyecto de franquicia”.
Solo con mujeres…
Tatiana no la tuvo nada fácil, pero gracias al equilibrio que tanto enfatiza pudo ser docente universitaria; y ahora se destaca más como asesoría empresarial, creadora de marcas (como los son ‘Kinky Sex Elements’, ‘Ambrossía Sex Shop’ y ‘Soul Company’), capacitadora y entrenadora de modelos para webcam.
“Me gusta trabajar con mujeres y es por eso que apoyo y doy oportunidades para que ellas puedan salir adelante y empoderarse. Más adelante la idea es crear una fundación para poder apadrinar en principio a cuatro mujeres para poderles ayudar a pagar su carrera universitaria”. Los sueños son grandes, pero ganas y actitud no faltan para todo lo que se viene en el 2023.
Testimonio de algunas trabajadoras
Tatiana Giraldo (arriba), trabajadora de una de las tiendas en Pereira, aseguró estar “agradecida por el crecimiento personal y laboral que me ha permitido tener mucha mas confianza en mí”.
Por otro lado, Valentina Rivera (abajo), trabajadora en el local ubicado en Armenia, destacó que “gracias a ella he cumplido muchas metas que tenía a nivel personal, y por las que estoy agradecida, porque nos hecho entender el valor que nosotras tenemos para lograr cualquier cosas que nos propongamos”.
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